Las adopciones no son fáciles, pero nada es imposible
Fue abandonado cuando era solo un cachorro en una protectora de Sevilla donde pasó varios meses hasta que fue adoptado por una familia. Max es un perro muy activo y muy inteligente, lo que hacía que de pequeño fuese un trastro y liase una tras otra. Su primer adoptante, en lugar de buscar soluciones, optó por el camino fácil y decidió devolverlo tras un mes en casa.
Por suerte, cuando Max tenia unos 7 meses, Ainhoa pasó por la protectora porque deseaba adoptar a un peludo tras el fallecimiento de su perro y se enamoró de Max. Ainhoa nos comenta que ella siempre había tenido perro, pero habían llegado a casa de cachorros y con un carácter mucho más tranquilo que Max. Las trastadas eran habituales y cada vez que volvían a casa se preguntaban que habría preparado esta vez. Era un perro muy inteligente que enseguida pillaba los trucos que le enseñaba, pero por otra parte en casa se portaba fatal.
Por ello, Ainhoa decidió tomar medidas y optó por intentar entender a Max y ayudarle a ser un perro equilibrado con la ayuda de un adiestrador. Al comenzar su entrenamiento, el vínculo entre ellos fue creciendo y las trastadas se acabaron. No fue algo milagroso, llevó trabajo y constancia, pero juntos consiguieron solucionar los problemas juntos y ¡Max se convirtió en una estrella!
Cada perro es diferente, consulta antes de adoptar
La historia de Max y su carácter nos recuerda muchísimo a Lucca. Son perros muy inteligentes, igual que ocurre con muchas razas como el Border Collie, que por más que hagan ejercicio físico necesitan también realizar trabajo mental para estimular su intelecto y conseguir que sean perros equilibrados y felices. Los juegos de inteligencia y el adiestramiento en positivo ayudan a mejorar nuestro vínculo con ellos y a conseguir cubrir todas sus necesidades para evitar problemas de comportamiento.
Cuando queremos incluir un nuevo peludo en la familia, debemos tener muy en cuenta su carácter y sus necesidades. Al acudir a una protectora, lo ideal es que nos aconsejen sobre cual es el perro que mejor se adapta a nuestro estilo de vida según sus características.
Además, debemos de tener muy en cuenta antes de tomar la decisión que, aunque elijamos un perro perfecto, siempre pueden aparecer complicaciones de comportamiento o de salud en el camino y que nuestro deber es buscarles solución como hizo Ainhoa. El abandono (porque devolver a un animal después de adoptarlo también es abandono) no es una opción. Si no estás dispuesto a acudir a un adiestrador o a un buen veterinario si fuese necesario, es mejor que no adoptes.
Los perros son animales maravillosos que nos dan todo a cambio de muy poco y, además, nos ayudan muchísimo. Max es un ejemplo de ello ya que ayudó a su pequeño vecino Nicolas de 8 años a salir del llamado ”estado de cautiverio”. Nicolás llevaba unos 3 meses en estado vegetativo pero, tras lamerle Max los dedos que estaban manchados de cacao, Nicolás movió la mano para intentar acariciarlo y sonrió. A partir de ese momento, trabajando en terapia con Max, Nicolás comenzó poco a poco su recuperación.
El mensaje de Max
Ainhoa nos dice que, a parte de demostrar que un perro mestizo puede ser igual de inteligente y adorable que cualquier otro, espera que Max haga ver la importancia de adoptar con responsabilidad y conociendo sobre todo el carácter del perro y sus necesidades. Además, quiere hacer ver que, una vez tomada la decisión, debemos ser consecuentes con ella y tomar las medidas necesarias para convivir felizmente con nuestro peludo.
Por otra parte, espera que la historia de recuperación de Nicolas con la ayuda de Max, ayude también a que se conozcan los beneficios de la terapia con animales y cada día haya más hospitales que incluyan salas donde los perros puedan visitar a sus dueños pues está comprobado que en muchos casos ayudan a su recuperación.
¿Les ayudamos a hacer llegar este mensaje más lejos? Difunde la historia de Max para que todo el mundo la conozca