Por Elsie Carbó
Las imágenes hablan por si solas, han llegado nuevos animales al zoológico de Camagüey, según publican en la edición de hoy en el periódico Adelante, y es paradójico, porque en otros mueren de hambre y desnutrición y son motivo de duras críticas de la población, como por ejemplo, el de Cumanayagua cuya polémica ha hecho que el Ocitma en Cienfuegos, (Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba), lo declare inaceptable por el poco bienestar de sus animales, los cuales deberán ser trasladados a otro con mejores condiciones.
Pero entonces, mi pregunta es, ¿para unos sí pero para otros no? ¿Será que los más favorecidos deben venir de Namibia o ser objeto de reportajes complacientes?
Mientras cada día es más la repulsa no solo en Cuba a que existan instalaciones de este tipo, dígase zoológicos, acuarios, vallas de gallos o de peleas de perros, entre otras, donde los animales sirven para el entretenimiento de los humanos, a costa de su libertad y bienestar físico y emocional, ahora inauguramos en Camagüey otro centro de este tipo sin tener en cuenta el fracaso de los anteriores, ni que ya existe un decreto Decreto-Ley de Bienestar Animal, firmado en febrero de 2021, que expresa que los animales deben tener el bienestar adecuado tanto físico y mental en relación con las condiciones en las que vive y muere.
Pero como dije al principio, escobita nueva barre bien, y lo que ahora se inaugura a bombo y platillo luego vendrá a ser una carga pesada, decaerá y los responsables, que a las diez de última no son sensibles, ni están capacitados para este tipo de labor, los olvidarán y los mantendrán en condiciones precarias, como lo que ocurre y hemos estado publicando sobre el zoo de Cumanayagua, donde hasta han matado a dos leones por no saber qué hacer con ellos, eso por poner un ejemplo, y me disculpan por lo espantoso del tema, que sin ir más lejos, del mismo Camagüey se han publicado imágenes de otro centro donde los animales sobrevivían de milagro.