Es muy importante acudir de forma regular al veterinario, especialmente cuando tenemos un cachorro, así se podrá mantener la salud del perro en óptimo estado. Es necesario cumplir con el cronograma de las vacunas, controlar las pulgas y desparasitarlo, además de hacer una consulta si la mascota está enferma.
Puede suceder que en la visita al veterinario el perro se vea asustado, pensemos que estará rodeado de personas extrañas y un sitio totalmente desconocido, la visita al veterinario puede generarle estrés a nuestra mascota. Hoy te daremos algunos consejos para que lo puedas ayudar a evitar esos miedos.
En un comienzo podrás hacer sus chequeos de salud en tu vivienda para que se acostumbre a los procedimientos, es importante emplear una voz positiva para hablar con el perro y que se pueda tranquilizar. Si vas a ir a la clínica veterinaria recuerda llevar algún de sus golosinas preferidas para premiarle por un buen comportamiento.
En el caso de tener un cachorro se debe tener presente que hasta que no tenga todas las vacunas se deberá llevar en brazos o en una jaula en la sala de espera para que no esté en contacto directo con otros animales.
Para ayudar al veterinario y, también, ahorrar tiempo, lo ideal es realizar las siguientes tareas:
Levar un listado con los síntomas que esté presentando el perro.
Llevar el historial veterinario del perro, especialmente si se ha cambiado de profesional.
Ir con toda la medicación que el perro esté tomando.
En el caso de que el veterinario lo pida llevar una muestra de excremento o una muestra de la toxina (en el caso de que se sospeche de su ingesta).
Un punto muy importante es que, nosotros como dueños, estemos siempre tranquilos en la consulta y no perdamos la paciencia con nuestra mascota, si ellos nos ven calmados seguramente poco a poco irán perdiendo el miedo, seguramente en pocos meses lo habrá superado.
Tendremos que dejar que el perro gaste su energía antes de la visita. Cuando un perro le tiene miedo al veterinario suele transformar toda la energía que tiene en ansiedad, simplemente porque está incómodo de estar ahí. Si el perro antes de la visita da un gran paseo haremos que gaste ese exceso de energía. Incluso podemos hacer un poco de deporte o jugar, otra forma de evitar el estrés.
Foto | Pixabay
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