Tomado de Univisión.com
Captura del vídeo de Univisión.com
Les queman dedos del pie, sin anestesia. El pico, también. Se quedan atorados y salen muertos. Si no salen muertos, salen desechos, aplastados, heridos. Un grupo que defiende los derechos animales entregó en exclusiva a Primer Impacto, el más reciente vídeo de sus investigaciones encubiertas, en donde se muestran las perturbadoras técnicas que utiliza una conocida planta avícola para procesar a los animales, que luego se convierten en alimento, para nuestro consumo.
Las imágenes fueron captadas por esta mujer, a quien llamaremos "Andrea". Ella trabajó durante un mes en la fábrica para investigar los abusos reportados por la organización "Mercy for animals".
?Yo conseguí el trabajo en la planta de incubación de pavos de Butterball simplemente aplicando como cualquier otra persona. Cada día llevaba una cámara oculta y es así como yo pude documentar todo lo que pasaba dentro de la planta?, explica.
"Andrea" no revela su identidad por temor a represalias. Dice que enfrentar a una industria tan poderosa es un gran riesgo, pero está decidida a llevar la evidencia que recopiló ante la fiscalía, con la esperanza de que haya cambios en las leyes que regulan esta actividad. Sostiene que hará todo lo que esté a su alcance para detener los maltratos que presenció.
?Se les corta el dedo grande del pie sin anestesia, con una máquina que tiene una navajita se les queman los otros tres dedos del pie, se les quema sin anestesia, el pico también se quema sin anestesia. Hay muchos pavos que se quedan atorados entre la máquina, salen muertos. Si no salen muertos, salen desechos, aplastados, heridos. Estos pavitos al último los meten en una máquina que los muele vivos. Yo fui testigo de todo. Esto ocurría cada día en la planta y ocurre el primer día de vida de los pavitos son recién nacidos cuando ellos tienen que sufrir esto?, recuerda Andrea.
Para Andrea, lo más difícil fue no intervenir, dejar que los abusos sucedieran para poder grabarlos y descubrir como la indiferencia de los empleados iba en aumento. Algo que los empleados mismos admitían. ?Después de un tiempo de estar trabajando ahí, un año o dos años o más, es algo que te acostumbras. Ellos se acostumbran a ver estos abusos?, señala Andrea.
Un 45 a 50% de los trabajadores de estas plantas son hispanos y en su mayoría aceptan el empleo porque no tienen muchas opciones. ?Son personas que necesitan trabajar y por eso están ahí en la planta. Tal vez no puedan encontrar otras oportunidades cerca. Simplemente son trabajadores que entran a trabajar y hacen lo que se les dice?, explica.
Los especialistas en salud mental, también expresan su preocupación ante los trastornos que puede provocar exponerse a diario, durante horas, a ese clima de violencia.
?Después de maltratar animales la persona se puede desensibilizar y querer escalar la situación y generalizarlo y a maltratar, abusar, y hasta llegar a matar a los seres humanos?, dice la psicoterapeuta Liliana Wolf.
Eduardo Tápanes, abogado criminalista, sostiene: ?Una persona que tortura animales es también pro a ser un asesino en serie. Son estudios de muchísimos años y eso es algo que los padres tienen que mirar mucho en sus hijos cuando están creciendo. Si ven que el hijo tiene tendencia a abusar animales eso es una señal de que tiene que llevarlo a tomar tratamiento psicológico?.
El vídeo ya está en manos de las autoridades y los defensores de los animales esperan que los implicados reciban la sanción indicada.
?Ese tipo de tortura a esos animales tiene implicaciones penales en las leyes de Carolina del Norte igual que en la Florida, en California, y son penalidades serias o felonías. Esa personas, lo mismo que los trabajadores, igual que los dueños, si tienen conocimiento, van a tener problemas penales o pueden tener problemas penales?, explica Tápanes. Y advierte que la mayoría de los Estados permiten poner un cargo por animal.
?A los dueños los tratan diferente a los empleados. Son casos bien difíciles para la fiscalía de investigar y conseguir la evidencia. Por eso, estas personas que hacen los vídeos encubiertos son muy importante para la fiscalía, para los gobiernos, para poder demostrar y probar su caso?, dice Tápanes. Otra ardua batalla es evitar que más estados aprueben el llamado Ag Gag, una ley que prohíbe que el trabajo de investigadores encubiertos se acepte como prueba en estos casos.
La ley evita que se expusieran imágenes como las grabadas por Mercy for animals en Wisconsin y gracias a las cuales cuatro hombres fueron multados por maltrato. Hasta ahora, el Ag Gag está vigente en Iowa, Utah, Misuri, Kansas, Dakota del norte e Idaho.
Pero Carolina del Norte y decenas de otros Estados no han logrado aprobarla, un éxito que se le atribuye a organizaciones como Mercy for animals, y a personas valientes como "Andrea" quien para no incumplir la ley se abstuvo de rescatar a algunos de los cientos de animales que afirma vio sufrir.
?No pude salvar a un pavito aunque quisiera porque eso era considerado robar", cuenta. Se clasifica como robo porque los animales son propiedad privada. Lo que los grupos defensores de los derechos animales piden es que se apliquen métodos más humanos para quitarles la vida y procesarlos, para evitar que sean torturados antes de convertirse en alimento.
Los representantes de Butterball enviaron a modo de respuesta a Primer Impacto, este comunicado que se le atribuye a la Federación Nacional de Pavos: ?La Federación Nacional de Pavos trabaja estrechamente con veterinarios, científicos y académicos, para desarrollar una guía de trato animal?.
Los ?pavos recién nacidos son tratados, vacunados y examinados por primera vez en cuanto salen del cascaron. El público en general no está familiarizado con las prácticas que están viendo, pero son consideradas humanas y con apoyo científico. Por ejemplo, acondicionar los picos y patas antes de que el cartílago se endurezca, es inofensivo en esta etapa, en que tienen un día de nacidos y evita heridas provocadas por picotazos o arañazos cuando crecen, ya que no son separados en jaulas y se mueven libremente en granjas?, aseguran.
?Algunas aves, examinadas de cerca, parecen lastimadas o inquietas, pero esto sucede con un número pequeño de aves, a causa de problemas en su desarrollo, lo cual es normal dentro de las operaciones de esta incubadora?, sostiene Butterball en nombre de la Federación.
?Nos preocupa que la persona que grabó el vídeo haya exhibido a las aves ante las cámaras en lugar de transportarlas de inmediato, para que recibieran eutanasia de forma humana?, se deslindaron.
?También es importante recordarle a la persona que grabó el vídeo, que firmó una forma en la que se comprometía a decirle a los supervisores si creía que había algo que pusiera en peligro a los animales, pero hizo un vídeo secreto y esperó semanas para entregar una versión editada, en lugar de reportar las preocupaciones que sintió?, dice el comunicado.
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