Desde pequeños hemos aprendido que el sol es la fuente de la vida. Es algo que resulta tan obvio que, hasta las aves que nunca tuvieron necesidad de ir a la escuela, lo saben y al menor rayo de sol, se tienden con sus alas abiertas para exponerlas en toda su extensión al beneficioso efecto del astro rey.
Pero quizá es el último de nuestros pensamientos, el soleamiento o la orientación durante la etapa del diseño o planeamiento del criadero o voladera para permitir que el sol ingrese por las ventanas, caliente e ilumine el interior y sea de máximo beneficio para nuestros emplumados huéspedes.
Los rayos solares en cantidad suficiente pero no en exceso, tienen un efecto decisivo en el desempeño y desarrollo de las plantas para quienes es indispensable para sintetizar la clorofila, para las aves en particular y los animales en general, incluido el hombre.
Aparte del efecto bioquímico de generar vitamina D, necesario para el buen desarrollo de los huesos y evitar el raquitismo, una mayor y más temprana luminosidad solar matutina anima a los padres a alimentar más temprano a sus pichones con el consiguiente resultado de tener crías más fuertes y mejor alimentadas.
Por el contrario, un criadero exento de luz solar y sin otro tipo de luminosidad alternativa altera el metabolismo de algunas aves, por ejemplo, los diamantes de Gould y algunas tórtolas, mantenidos en penumbra, presentan una creciente cantidad anómala de manchas negruzcas en todo el plumaje.
¿Pero, cómo saber cuál es la mejor orientación para un criadero?
La respuesta no es sencilla y depende de la ubicación del criadero, más precisamente de la latitud del lugar. Así, todos los lugares que tengan la misma latitud o latitud parecida deberán estar orientados de forma igual o similar.
La latitud es la distancia, medida en ángulos, de un sitio cualquiera ubicado en el hemisferio norte o sur, hasta el plano ecuatorial.
En consecuencia, Málaga tendría una latitud: 36° 43 13 N
La longitud es el otro parámetro, junto con la latitud, con el que se definen las coordenadas de cualquier punto de la Tierra. Como una convención, la longitud se define como la distancia angular de un punto hasta el meridiano de Greenwich.
Malaga está situada en una longitud: 4° 25 11 O.
Como saber la altitud y latitud
Para efectos de la orientación de un criadero para que se beneficie de los rayos solares sólo interesa su latitud pues, debido a la rotación terrestre, la orientación hacia el sol dada por la longitud varía a cada instante con el efecto de que, desde cualquier punto de la Tierra, el sol parece desplazarse desde el este al amanecer hacia el oeste cuando anochece.
Por otra parte, el eje de rotación de la Tierra tiene una inclinación de 23º 30 minutos respecto del plano de la eclíptica que forma la trayectoria de la Tierra en su movimiento de traslación alrededor del sol. Esta inclinación da origen a las estaciones conforme los rayos solares inciden perpendiculares en un hemisferio determinado, dando como resultado el verano y más oblicuamente en el hemisferio opuesto, dando lugar al invierno.
Visto lo anterior, debemos recordar que los mejores rayos de sol son los matutinos pues entibian el criadero después del frío de la madrugada por lo que la orientación hacia el este, en general, tanto en el hemisferio norte como en el sur, es mejor que la oeste.
Por otro lado, cuando más importa que los rayos del sol ingresen en nuestro criadero es en invierno, por lo que los criaderos del hemisferio norte deben estar orientados al sur que es hacia donde está el sol, tanto más cuanto más al norte se encuentren; así como los criaderos del hemisferio sur deben orientarse al norte.
En conclusión, la mejor orientación para un criadero situado en el hemisferio sur es la norte, la noreste o este, en orden de preferencia, sobre todo para aquellos criaderos con latitud mayor a los 23º 30 minutos de latitud sur.
Para los criaderos situados en el hemisferio norte la mejor orientación de las ventanas que permitan el ingreso de la luz solar debe ser sur, sureste o este. Un caso particular lo constituyen los lugares de latitud menor o igual a 23º 30 minutos ya sea norte o sur. En esta franja central próxima al Ecuador, en época de verano el sol puede estar al sur de un punto del hemisferio sur y no al norte,
pero siempre es preferible aprovechar los rayos solares del invierno, por lo que la orientación de las ventanas debe ser siempre hacia el norte; y viceversa en el hemisferio norte.
En lugares donde predomina el frío, lo ideal sería orientar una de las paredes del criadero, que podría ser de piedra preferiblemente de color obscuro, hacia el oeste a fin de que la piedra absorba y almacene el calor solar de la tarde y lo vaya irradiando dentro del criadero durante la noche.
Después de haber leído estos resumidos conceptos, quizá os interese comprobar la orientación de vuestra voladera en donde es posible que pueda cerrar unas ventanas y abrir otras mejor orientadas.
Saludos plumiferos
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