La raza de perros Cane Corso encuentra su origen en el Canix Pugnax, uno de los grandes molosos romanos de la antigüedad. Durante mucho tiempo fueron los guardianes y protectores favoritos de los italianos, y más tarde empezaron a ser usados también en cacerías y como perros pastores.
Con la industrialización, el Cane Corso se encontró sin trabajo. No es que la raza se empezara a extinguir: lo hicieron sus dueños. Si había armas de fuego, si la gente trabajaba menos en el campo y más en las fábricas, ¿de qué servía un perro cazador, un perro pastor? Para los años 70 estos perros habían sido casi olvidados. Se salvaron gracias a unos cuantos particulares que, amantes de la raza, los mantuvieron vivos hasta que encontraron un nuevo auge como perros de compañía.
Este perro es idóneo para una gran cantidad de tareas, no obstante, no sólo como compañero de hogar. Es, como resulta lógico, un gran rastreador y cazador, como guardián, y como perro de alerta…Eso sí: siempre con una educación correcta que nos permita dirigir a nuestro perro.
Gracias a una personalidad cariñosa, afectiva y muy cercana con su dueño, pero alerta y desconfiado con los desconocidos, es un animal que parece tenerlo todo: es un gran compañero, juguetón y leal, pero también protegerá el hogar y la familia con todo lo que tenga si es necesario.
El Cane Corso es un animal muy fácil de adiestrar, porque tiene muchas ganas de ser útil y de hacer feliz a su dueño. Con paciencia, firmeza y un sistema de recompensas para los buenos comportamientos, lograremos el perro más dócil y bien educado.
Por Marcos Mendoza, adiestrador canino.