La verdad sobre el tapete

Por Elsie Carbó

grillosazules@gmail.com




Con este título escuché un programa dedicado al bienestar animal de la programación radial en Cumanayagua, con el cual una se puede sentir satisfecha y optimista al ver cómo prende poco a poco en la población el sentimiento de protección y ayuda a los animales desvalidos o en cautiverio, como es por ejemplo la situación de la monita y los dos cocodrilo, expuesto nuevamente a la luz pública, con la participación de algunos funcionaros del pueblo y la de los oyentes, quienes abogaron porque había que terminar de una vez por todas con el maltrato y el sufrimiento, refiriéndose a los animales que están en el imaginario zoológico del pueblo, aunque lo verdaderamente justo y real es que no exista ningún animal enjaulado para diversión de las personas, ni en acuarios ni en zoológicos, ese estigma acompañará a los seres humanos mientras vivan.




Digo que me siento satisfecha y optimista al escuchar a dos jóvenes periodistas, Ramelka Nieblas y Yudaymi Aguila, haciendo una excelente labor de conducción, dinámica, inteligente y sin comprometimientos o temores de señalar las cosas por su nombre, sean sus invitados de la esfera que sean, es alentador, valiente y revolucionario, ingredientes indispensables en nuestro periodismo actual donde no hay que hacerle el juego a la insensibilidad o el acomodamiento.




Muy revelador fueron las llamadas al programa de la población que hicieron evidente la ruina y desatención hacia la instalación que supuestamente serviría, o estaba encaminada a alegrar la vida de los niños, pero que en vez de diversión los más pequeños se topaban con el sufrimiento en vivo y palpable al ver la cara de tristeza de la monita, el hambre que reflejaba, y la suciedad que presentaban los cocodrilos, sin agua casi para moverse, no digo nadar, que ya es pedir demasiado.




Precisamente unas horas antes del programa tuve la posibilidad de hablar con Fernando Cartaya, director de Comunales del municipio en Cumanayagua, quien fue uno de los invitados al programa, y a quien le pregunté, entre otras cosas, el por qué no se trasladaban a los cocodrilos a un habitad adecuado a su especie, si ya por su tamaño son un potencial peligro para su manejo en la instalación, y me dijo que eso no es tan fácil porque lleva una serie de trámites, el permiso de éste y aquel ministerio, la autorización de sanidad, etc, etc, además de preparar la transportación, en fin, la burocracia frente a la vida de seres que no pueden esperar por cuños, autorizo o planillas, cuando la cuestión signifique para ellos la vida o su muerte, tal vez ahora se agilice, me aseguró Cartaya, y en el programa se planteó que ya se hacen las coordinaciones para que vayan al Centro de Cocodrilos de Girón, el sitio al cual irían finalmente a vivir, aunque a cambio, ellos traerían un par de pichones jóvenes para criar, porque según el lema, nada es más importante que un niño, y esos cocodrilitos servirían de entretenimiento a los chiquillos, lo que me lleva a pensar que tal vez el ciclo volvería a repetirse, y dentro de unos años esos inocentes pichones también crecerán.




La monita y los dos cocodrilos son los únicos sobrevivientes del desastre que durante años se ha ido acumulando en un sitio donde hubo patos, gallinas, y otros animales autóctonos o no, que hoy no existen, según explicaron los propios funcionarios, entre los que estaba además Yosbel Alonso, Jefe de Sanidad Animal del municipio, quien expresó que de acuerdo a las violaciones y daños que detectaron en el centro hubo que cerrar las puertas del parque zoológico, y hasta tanto no se resuelvan estos problemas no se abrirán, lo que se estima que podría demorar hasta 15 días a partir del momento en que lo anunció, el 14 de noviembre.




Hay que recordar que antaño hubo otros animales que fueron entregados a personas de la localidad porque allí se morían de hambre, pues no existen contratos para palear esta situación, esto es sin entrar en detalles de los dos leones que masacraron impunemente porque habían crecido mucho y existía temor a que agredieran a los visitantes, a este lamentable suceso le dediqué un post anterior, pero algunos oyentes llamaron por teléfono e hicieron mención al tema, bastante enojados, porque no olvidan que presenciaron junto a sus hijos la vergonzosa escena.




Esta clausura de la instalación se llevó a cabo la semana pasada, debido, al parecer, a las diversas críticas recibidas en redes sociales y por los grupos de animalistas que funcionan en la localidad, quienes están al tanto de la recién promulgada ley sobre Bienestar Animal y esgrimen sus opiniones con todo respeto y bien fundamentadas, entre su propósito está el detener el maltrato que reciben no solo los perros callejeros, sino los caballos utilizados para el trabajo, a los que se les golpean brutalmente en las calles, para los animalistas es de vital importancia igual que existan centros o clínicas veterinarias en las cuales sean atendidos como es debido los animales, tanto para su vigilancia primaria como si se trate de cirugías u otro tipo de tratamiento, es un justo y necesario reclamo de la población animalista de la localidad, como también ellos están planteando que se les permita acondicionar un lugar que sirva como tránsito para estos animales sin dueño, que pernoctan en las calles y afean el entorno, así después estos mismos animales ya atendidos y cuidados podrían darse en adopción a las familias que los quieran, una forma coherente y sencilla de educar a nuestros niños en el amor y el bienestar de nuestra fauna, que es sin duda alguna velar por nuestro propio bienestar, o mejor dicho, pensar sobre una biodiversidad legítima que es también pensar en un mejor país para todos.