De la miel se sabe que es una excelente fuente de flavonoides y se cree que contiene propiedades anti-cancerígenas. La miel contiene vitamina B6, vitamina B12, ácido fólico, y vitaminas C, D y E. La miel también contiene calcio, cobre, hierro, magnesio y manganeso. La miel es una buena fuente de antioxidantes y contiene enzimas vivas que le confieren propiedades antibacterianas, antimicrobianas, antisépticas y antifúngicas.
Para aquellos preocupados por el contenido de azúcar de la miel, sabemos que es una forma de azúcar natural, que a diferencia del azúcar procesada, es de fácilmente digestión y se descompone gradualmente. Como resultado de ello, añadir miel a la dieta de un perro puede ayudar a aumentar los niveles de energía y puede incluso activar los perros de edad avanzada.
Los perros que sufren de alergias ambientales se pueden beneficiar en gran medida con el consumo de miel. La miel, contiene pequeñas cantidades de polen que pueden ayudar a aliviar los síntomas de las alergias en tu perro.
Esto funciona por la exposición del perro a un nivel muy bajo de la sustancia que causa la reacción alérgica. Con el tiempo, puede ayudar a que tu mascota desarrolle una inmunidad a estas sustancias. Es importante que la miel sea pura y local para asegurar que el perro está expuesto a los mismos tipos de polen que causan la reacción alérgica.
Cuando el cuerpo está expuesto de forma segura al polen en un nivel muy pequeño, éste puede acostumbrarse a los alérgenos y por lo tanto sufrir poca o ninguna reacción.
La miel también es una excelente ayuda para la digestión, ya que contiene enzimas vivas y amilasa. La amilasa es una enzima que facilita la digestión de los hidratos de carbono. La miel también es muy relajante para el sistema digestivo y puede ayudar a tonificar el organismo.
La miel puede resultar muy beneficiosa con problemas gastrointestinales debido a sus propiedades antibacterianas, en perros que sufren de gastritis, IBD, colitis y otros problemas gastrointestinales como resultado de un crecimiento excesivo de bacterias.
La miel ha sido elogiado por sus beneficios para la salud de las personas y los animales domésticos durante muchos años y se están empezando a reconocer sus propiedades curativas.
La miel puede llegar a ser una parte importante de la dieta de un perro ya que actúa como una medicina alternativa para las alergias, problemas digestivos y mucho más.
Recomiendo añadir miel en la dieta de cualquier perro que sufre de alergias ambientales. Una cucharadita por la mañana y una cucharadita por la noche es una dosis ideal para perros grandes, mientras que para perros pequeños es suficiente con una cucharadita al día.