Debemos proporcionar a muchas especies acceso a la luz solar directa y a un fluorescente especial para reptiles.
Luz y calor no van siempre juntos. Para empezar hay que aclarar que la fuente de luz de un terrario no tiene por que ser al mismo tiempo la fuente de calor que lo mantendrá a una temperatura adecuada. Los fluorescentes no emiten cantidades significativas de calor y las ampolletas de filamento incandescente – aunque sí que emiten luz y calor – no son adecuadas como fuente de luz única para muchas especies de reptiles.
¿Por qué es necesaria la radiación ultravioleta?
Muchos reptiles necesitan la radiación ultravioleta tipo B (UVB), cuya longitud de onda es de 290 ó 320 nm, para que en su piel tenga lugar una reacción química que activa la vitamina D3.
Sin esta vitamina son incapaces de absorber el calcio y desarrollan enfermedades óseas y metabólicas graves. La luz ultravioleta tipo A (UVA), cuya longitud de onda es 320 ó 400 nm, no parece ser imprescindible, aunque puede tener efectos positivos sobre su comportamiento y reproducción.
¿Todos los reptiles la necesitan?
No todas las especies necesitan por igual la luz UVB. Es especialmente importante para los lagartos tropicales, subtropicales y desérticos diurnos. En cambio, las especies nocturnas y muchas especies de serpientes y tortugas no requieren, en cautiverio, fuentes artificiales de luz UVB.
¿Cómo le proporciono la luz a mi reptil?
La fuente más adecuada de UVB es, sin duda, la luz solar natural. Ninguna fuente de luz artificial se le puede comparar. Conviene ofrecer a los reptiles baños de sol de forma controlada. Pueden bastar cortos períodos de exposición de 10 minutos, varias veces por semana.
La luz debe llegar sin filtrar por cristales ni plásticos, pues éstos retienen en general la radiación UVB, a no ser que sean polímeros fabricados especialmente para su uso con fluorescentes de terrario.
Existen diversas fuentes artificiales de luz UVB adecuadas para reptiles. Diversos modelos de fluorescente diseñados para reptiles están disponibles comercialmente. Emiten luz de aspecto blanco, semejante a la luz solar, que incluye la radiación UVB.
Otros tipos de fluorescentes disponibles, emiten sólo luz UV, de aspecto azulado o violeta, con cantidades variables de UVB y UVA. Se pueden usar durante unos 10 minutos al día, pero la exposición puede resultar insuficiente o excesiva, y no resultan tan seguros ni adecuados como los mencionados anteriormente.
No son válidos los fluorescentes ordinarios de luz blanca, los de acuario, los que emiten luz violeta con fines decorativos, ni los usados para obtener bronceados artificiales. Para que el fluorescente sea efectivo debe estar a una distancia del terrario de entre 25 y 40 cm y ser renovado al menos una vez al año.
¿Qué hay del día y la noche?
El otro aspecto importante de la iluminación es el fotoperíodo o alternancia entre luz y oscuridad. Este ciclo se puede controlar de forma simple con un temporizador conectado a la lámpara. El control del fotoperíodo cobra especial importancia si pretendemos que los animales se reproduzcan en cautiverio, ya que en algunas especies el aumento paulatino de la duración del día estimula el inicio del período reproductor.
En los terrarios debe ser lo más semejante al natural. En general las especies de origen tropical necesitan 12 horas de luz diarias y el resto, cantidades variables según la latitud de la que procedan. Para especies alejadas de los trópicos se puede proporcionar 15 horas de luz y 9 de oscuridad en verano, que iremos variando paulatinamente hasta 9 de luz y 15 de oscuridad en invierno.