Artículo de Cristina Barral, tomado de La Voz de Galicia.es
Foto: Os Palleiros
«Estamos contentos porque la respuesta no se ha hecho esperar». La frase la pronunció ayer Gloria Cubas, presidenta de la protectora Os Palleiros de Pontevedra. Un día después de que la asociación hiciera un llamamiento público para solicitar adopciones de perros, ante la saturación de las instalaciones de Campañó, llegó la respuesta de las familias.
El jueves se formalizó la adopción de dos cachorros y ayer estaba previsto que se cerrara una tercera. Al margen de estos acuerdos, desde Os Palleiros se hizo hincapié en que fueron muchas las llamadas recibidas para interesarse por alguno de los animales. «A la mayoría de las personas que llamaron las emplazamos para mañana [por hoy] aprovechando la jornada de puertas abiertas que ya estaba programada», señaló Cubas.
En esa jornada las familias podrán, además de ver a los perros, conocer el refugio de Campañó y la labor que realiza la protectora. El horario para las visitas de hoy es de 12 a 14 por la mañana y de 17 a 21 horas por la tarde. El SOS que lanzó Os Palleiros el pasado miércoles estuvo motivado por el masivo abandono de cachorros en el municipio. Hasta treinta canes fueron recogidos en menos de un mes tras ser abandonados en cajas de cartón en las parroquias de Campañó, Alba y Lérez. En algunos casos eran cinco de la misma camada.
Desde la protectora se reiteró ayer que la necesidad de adopción no se refiere solo a los cachorros, sino también a los perros adultos. «Los pequeños salen más fácilmente, pasa igual que con los niños», admitían en la comparecencia del miércoles en Campañó. Ese día en las instalaciones municipales había 162 animales, cuando la capacidad máxima de la perrera es de 150. Esa sobresaturación obligó a directivos y trabajadores a distribuir a los canes que fueron recogidos en diversas dependencias -zona felina, de cuarentena y de hospitalización- ante la falta de espacio.
El proceso de adopción tiene un coste de 50 euros porque el animal se entrega a sus nuevos dueños vacunado, desparasitado, chipeado y esterilizado. El contrato establece una serie de condiciones y Os Palleiros realiza un seguimiento posterior para garantizar que el perro está en buenas condiciones. A veces las adopciones no salen bien, aunque no es lo habitual. En ocasiones los perros se devuelven al refugio porque no se adaptan a su nuevo hogar o las familias dan marcha atrás en su decisión.
«No nos lo pensamos y fuimos hasta allí»
Fueron los primeros en responder a la llamada de Os Palleiros y la protectora confía en que no sean los últimos. Wajari Velázquez e Isabel García llevaban tiempo con la idea de tener un perro. Seguían a la protectora a través de las redes sociales y fue por esta vía como conocieron la necesidad de adopciones para aligerar de animales el refugio de Campañó: «No nos lo pensamos y fuimos hasta allí». Wajari explicó ayer que eligieron a un macho de dos meses. Fue de los que habían sido abandonados en una caja de cartón con sus cuatro hermanos. En este caso en la parroquia de Lérez. «Le hemos puesto Nobu, un nombre japonés», comentó. Isabel, que se enteró por el Facebook de Os Palleiros de que estaban desbordados, señaló que la primera noche en casa de Nobu fue más tranquila de lo esperado. «El perro no lloró y es muy cariñoso».
Atada a un árbol
Otra familia que también posó en el banco de adopciones de Os Palleiros fue la Mestre-Granja. En su caso se llevaron a casa a una perra, también cachorro, que había sido abandonada en la plaza de Barcelos. «La dejaron atada a un árbol y cuando llegó la noche los vecinos llamaron a la policía», señaló Celia Granja. Esta familia se enteró del llamamiento de la protectora a través de una sobrina, que es voluntaria. A la perra le habían puesto Gorri en el refugio, pero la familia decidió cambiárselo por el de Princesa. «Mi sobrina me dijo que tenía ojos tristes y, aunque tuvimos una perra que se nos murió de un cáncer de riñón y sufrimos mucho, al final nos decidimos a adoptar», relató Celia.
«Estuvo muy inquieta la primera noche, es normal, pero ahora [por ayer] está durmiendo toda tranquila», apuntó una de sus madres adoptivas. No es la primera vez que esta familia le da un hogar y otra oportunidad a un animal que fue maltratado. «La otra perra la fue a buscar mi hija, que es una gran amante de los animales, a un garaje de Vigo donde había estado dos años», recordó Celia.