Tras toda una vida de alegrías, juegos, cuidados, amor, paseos y mucho más, toca soportar la pérdida, y seamos sinceras, es una situación que no hemos deseado contemplar, duele demasiado.
Hoy quiero echarte una patita y contarte no solo sobre las diferentes las fases del duelo y cómo sobrellevar este trauma, sino algunos trámites, gestiones y aspectos prácticos a seguir en esta etapa tan dura.
Continua leyendo y descubre lo necesario para abordar este doloroso trance.
Qué hacer si se muere tu perro en casa
Antes de decidir si optas por la incineración de perros o por un entierro, es fundamental saber qué hacer si tu querido compañero de vida fallece en tu hogar, sobre todo si ocurre en unas horas en las que nadie te puede atender o si estás lejos de una clínica veterinaria.No voy a contarte cosas agradables, intento ser práctica sin derrumbarme, pero te aconsejo que leas todo( tú o otra persona con la que vayas a contar) para tener una fotografía clara del contexto que vas a afrontar.
Has de conocer cómo manipular el cuerpo de tu perro, y aunque te parezca extraño, debes asegurarte si tu mascota ha fallecido. Podría haber sufrido un paro cardíaco y poder revivir siendo reanimado, o en caso contrario, podría estar muriéndose manteniendo una respiración débil y permaneciendo quieto. Te cuento esto, porque no será la primera vez ni la última que algo así pueda ocurrir. Así que, comprueba su pulso antes de seguir adelante.
Esta manipulación del cuerpo de tu mascota has de realizarla cuanto antes. El rigor mortis, es decir, el endurecimiento de las articulaciones, comienza entre 10 minutos y 3 horas después del fallecimiento y puede durar hasta 72 horas. Si se muere tu perro en verano, la temperatura va a afectar a este proceso, que será mucho más rápido.
Debes emplear guantes para manipular su cuerpo. Cuando un ser vivo fallece, se liberan fluidos corporales varios. Si te ves con ánimos, puedes limpiar la boca, los genitales y el ano. Eso sí, es probable que al moverlo, se liberen más desechos y fluidos corporales.
Es aconsejable poner una bolsa de basura bajo su cuerpo para recoger los fluidos. Coloca a tu mascota de lado, como si estuviera durmiendo. Esta posición te facilitará este proceso.
Busca una manta, sábana o toalla grande para envolver su cuerpo. Una vez envuelto, introdúcelo en una bolsa de plástico lo suficientemente amplia. Tras esto, sella bien la bolsa con un nudo o cinta adhesiva.
Los restos de tu animal de compañía deben guardarse en un congelador o refrigerador hasta el momento del entierro o la cremación. Lo habitual es que sea la clínica veterinaria o el crematorio los que se hagan responsables.
Todo esto no debería durar más de 4 ó 6 horas. El olor empezará a ser intenso, además de ser un riesgo sanitario.
Aunque te he contado cómo proceder si se muere tu perro en casa, lo recomendable SIEMPRE ES llamar al veterinario, así se ocupará de la retirada y la gestión de este proceso.
Trámites que debes realizar cuando muere tu perro
Dependiendo del país o de la Comunidad Autónoma en la que residas, las gestiones legales que has de hacer tras la pérdida de tu mascota, varían.Los trámites básicos que se deben efectuar en España son:
Dar de baja:
El microchip: para ello has de llamar al Archivo de Identificación de Animales de Compañía de tu Comunidad Autónoma en concreto.
En el Padrón de tu Ayuntamiento: necesitarás tu DNI y un certificado de defunción del perro firmado por el veterinario. De ambos trámites( microchip y padrón) se puede encargar la clínica veterinaria.
Decidir si optas por incineración o entierro y en consecuencia, contactar con los servicios municipales o la empresa funeraria de animales seleccionada. No olvides que eres legalmente responsable del destino final del cuerpo de tu animal de compañía así que deberás notificar su muerte al ayuntamiento, tanto si es una muerte repentina como de una eutanasia.
Dar de baja el seguro de responsabilidad civil o cualquier otro relacionado con tu perro.
Si cuentas con un seguro para mascotas, recuerda que la póliza cubrirá los gastos de sacrificio y eliminación del cuerpo siempre que la muerte haya sido resultado de un accidente, vejez o enfermedad.
Si optas por la incineración tras la muerte de tu perro
La cremación o incineración es un proceso que consiste en la transformación del cuerpo de un ser vivo en cenizas, que podrás guardar como recuerdo, o esparcir en algún entorno que tenga un significado para tu perro y para ti.Hay dos tipos de cremación:
Colectiva
Se trata de incinerar varios perros juntos. Dependiendo del ayuntamiento, es un servicio que puede ser gratuito, pero no podrás llevarte las cenizas de tu mascota. En otros casos, se suele cobrar por el traslado del animal al crematorio, y la tarifa suele ir en función del peso del perro.
Para este proceso, tendrás que aportar datos, como tu nombre, tu dirección, un teléfono de contacto y el peso aproximado de tu can.
Individual
Aquí se incinera solo el cuerpo de tu mascota, y así podrás llevarte las cenizas contigo. Tendrás que contactar con un crematorio especializado y los profesionales acudirán a tu casa para recoger los restos. Estas empresas también suelen ofrecer la posibilidad de realizar un velatorio como despedida. Tras esto, se realiza la cremación y se entregan las cenizas. Hay lugares que permiten incluso ver la incineración, pero suele tener un coste mayor ya que es un servicio más íntimo.
Si optas por un entierro para tu perro
Si has decidido enterrar a tu mascota, puedes elegir un entierro colectivo, en el que tu perro será enterrado junto con otros en una fosa común que los ayuntamientos tienen para estos casos, o puedes escoger un entierro individual, en el que la fosa es sólo para él.Este tipo de entierros han de realizarse en un cementerio para perros. Recuerda que en España es ilegal enterrar a tu mascota en el jardín o en espacios no autorizados, salvo en ciertos casos que deberás consultar en la Comunidad Autónoma en la que residas.
En estos cementerios te exigirán un certificado veterinario que demuestre que la causa de la muerte no es una enfermedad contagiosa. Si fuera el caso, el perro debería ser incinerado de forma que no pueda transmitir la enfermedad.
Ya te adelanto que en España no hay muchos cementerios de animales autorizados, por lo que esta opción puede ser difícil.
Fases del duelo cuando se muere tu perro
Perder a tu compañero de vida es terriblemente doloroso. Conlleva superar una serie de etapas con su correspondiente explosión emocional.Existen diversas teorías al respecto, pero quizás el modelo más conocido es el de la psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross, que establece cinco fases de duelo. No se puede generalizar sobre el dolor, cada persona lo experimenta de una forma distinta, pero te invito a que leas en qué consiste cada etapa, porque de una manera u otra, resumen muy bien el proceso del duelo.
1. Negación
El sufrimiento por la pérdida de tu perro puede ser tan grande, que tu respuesta emocional sea negar lo que ha pasado. Es un mecanismo de defensa habitual que funciona como un anestesia ante una situación abrumadora y compleja de procesar.
El problema es que una vez sales de esta fase, las emociones se subliman y tendrás que hacer frente al dolor de la muerte.
2. Ira
Este sentimiento ocultará tus verdaderas emociones y tu dolor. Es posible que esta ira la dirijas hacia tu propio perro, otras personas o incluso objetos. Necesitas descargar el intenso dolor que te corroe y lo canalizas así.
Es probable que ni siquiera se trate de una ira definida y aparezca con forma de resentimiento o incluso amargura. Conforme disminuya, empezarás a racionalizar lo ocurrido y sentirás las emociones que has estado arrinconando.
3. Negociación
Cuando se muere tu perro es natural sentirse vulnerable, indefenso, perdido y un sinfín más de sentimientos. Para volver a recuperar el control de la situación, es habitual atravesar una etapa de negociación en la que te harás preguntas como “qué hubiera pasado si” o “ y si hubiera hecho caso a” o “tal vez si yo hubiera hecho esto no se habría muerto”. Es un mecanismo de autodefensa contra la tristeza, la confusión y todo el dolor que estás experimentando.
4. Depresión
Tras estas fases de gran intensidad emocional, se llega a una etapa más pacífica, aunque no menos dura, la depresión. Es el momento de asumir la pérdida e intentar gestionarla de una manera más saludable.
Hay personas que prefieren aislarse para encararla, otras, optan por pedir ayuda profesional. Sea como sea, la depresión es abrumadora y confusa a partes iguales. Es una etapa inevitable, en la que la realidad de lo ocurrido va a caer sobre ti.
5. Aceptación
Esta última fase no significa que hayas superado la muerte de tu perro. Lo que implica es que la has aceptado y comprendes que desde ya no estará a tu lado.
No es una etapa de “recuperación de la felicidad”, pero sí te sentirás diferente, serás consciente del gran cambio que se ha producido en tu vida y esto tendrá un impacto fuerte en tus sentimientos. Habrá días tristes, otros más alegres y paso a paso, aprenderás a vivir sin tu perro y te nutrirás de los recuerdos hermosos que te ha regalado.
Si necesitas adentrarte en cómo sobrellevar la muerte de tu perro…
Te aconsejo que leas este artículo sobre cómo afrontar el fallecimiento de tu compañero de vida. Cada día que pase estarás un poco más cerca de superar la pérdida de tu mascota, pero paso a paso.Date tiempo, llora, habla si lo necesitas, no reprimas tus emociones y busca la ayuda necesaria para lidiar con este duelo hasta que los únicos recuerdos que te asalten sean de alegría y satisfacción por haber compartido tu vida con él.
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