¿Que hacer si me encuentro un gato en la calle?

El problema de la superpoblación felina, junto a esa mala costumbre que tienen ciertos "sujetos" (por llamarlos de alguna manera) de abandonar a sus mascotas en verano u otra época, hace que, en ocasiones, podamos encontrarnos con una gato en la calle. En el post de hoy repasaremos, a modo de guía rápida, que podemos hacer si nos ocurre una situación como esta, según las necesidades o nuestras circunstancias personales.
 

Imaginemos que vamos paseando por una calle y de repente escuchamos un maullido. Al volvernos, un gato en mitad de la calle nos está observando.

Primero: ¿Es un gato feral o un gato callejero?


Parece una chorrada de pregunta, pero hay diferencias.

El término "feral" (salvaje) se aplica a gatos que tienen poco contacto con los humanos y lo rechazan. Estos gatos pueden haber nacido salvajes, o bien se trata de animales abandonados que han vuelto a un modo de vida salvaje y se han adaptado.Suelen sobrevivir por sus propios medios o requerir muy poco del ser humano. Los gatos ferales han existido durante milenios cerca del hombre y no son un fenómeno nuevo.

Sin embargo, lo que se conoce como gato callejero se refiere a un animal que en algun punto fue socializado pero que ha perdido su hogar. Puede tratarse de animales abandonados, perdidos o crías de madres socializadas. Si su contacto con el hombre disminuye mucho y sobreviven, pueden convertirse en gatos ferales.

Tanto los gatos ferales como los callejeros pueden ser reintroducidos en un hogar, pero hay matices. Dado que en la personalidad de un gato influye tanto la genética como la socialización, existen gatos ferales que al tener una buena genética son proclives a ser socializados, pero suelen necesitar un tiempo de adaptación mayor que los callejeros, que en algún punto ya fueron socializados. Tambien la edad importa, los gatitos jóvenes suelen socializarse mejor, pero incluso se han dado caso de adultos muy mayores que se han adaptado muy bien a la vida hogareña.

A veces, distinguir unos de otros es difícil porque pueden estar asustados y ambos mostrarse agresivos.

Debido a que no siempre disponemos de tiempo/espacio para una socialización correcta, y llevar a un gato feral no socializado a una perrera puede conducir a que lo maten (ya que no es directamente adoptable), hay que observar detenidamente.

Deja al gato un poco a su aire, para que se relaje. Si es posible, deja que el se acerque a ti y no al revés. Si llevas algo de comida encima, puedes tentarlo, o bien intentar captar su atención con algun sonido suave.Si el gato se acerca e incluso se deja tocar, probablemente no sea feral. Sin embargo, no todos los callejeros se dejan tocar o se acercan en el primer intento (pueden ser tímidos o bien tener malas experiencias con humanos). El gato feral suele mostrarse poco cooperativo, escondiéndose y sentándose en el suelo con la cola a su alrededor (como una bola) evitando el contacto visual, mientras que un callejero podría quedarse observandote directamente de pie, e incluso levantando la cola (signo de curiosidad y buena disposición). Los gatos ferales muy raramente maullan o hacen sonidos, mientras que los callejeros pueden hacerlo más habitualmente. Los ferales prefieren hábitos nocturnos que les permiten camuflarse. Los gatos ferales en buen estado suelen estar atléticos y con el pelo limpio, los machos tienen la cabeza grande y son musculosos, pueden tener marcas de peleas por territorio o sexualidad. Los callejeros, habituados a una vida más acomodada, pueden estar más sucios, de pelo revuelto o de aspecto desnutrido (no saben desenvorvérselas solos). 


En el caso de gatos encerrados en jaulas (por ejemplo en una protectora o perrera), los gatos ferales suelen esconderse al fondo de la jaula, de modo tenso o agresivo. No muestran atención a juguetes o comida y no pueden ser tocados, ni siquiera por sus cuidadores.En caso de agresión, arquean el lomo y dilatan los ojos, en señal de agresión. Los gatos callejeros más socializados, si están tranquilos pueden acercarse a la entrada de la jaula y frotarse con objetos. Muestran atención a juguetes o comida e incluso pueden ser tocados, al menos por su cuidador. Aprenden a relacionar el sonido de ciertas cosas, como latas con comida. En caso de estrés, gruñen o sisean de modo defensivo.

Por supuesto, las cosas no son blancas o negras. Hay muchos rangos de socialización.

Un gato feral autosuficiente puede llevar una vida relativamente buena tal y como lo haría un animal salvaje, y por ello la mejor solución en estos casos (si no disponemos de recursos para socializarlo) puede ser la colaboración con una protectora o asociación que nos ayude a capturarlo y esterilizarlo. Tambien podemos hacerlo nosotros mismos, aunque es más complejo. Daremos algunas pautas más adelante. Tambien podemos capturarlo para sociabilizarlo en el caso que podamos, tambien lo discutiremos.

Sin embargo, un gato callejero tiene peor pronóstico viviendo en la calle. Algunos no son capaces de vivir al aire libre y mueren de inanición o enfermedades. 


Si nos topamos con un gato feral, el procedimiento en el caso de no tener recursos para intentar una socialización, es intentar capturar al animal para su esterilización, con objeto de controlar la población felina. Llamar a la perrera, que posiblemente mate al cabo del tiempo a un animal que no puede ser adoptado sin más, solo crea un hueco que será llenado por más gatos de los alrededores, que se multiplicarán para cubrir el nicho. Eliminar gatos nunca ha dado buenos resultados en el control poblacional.

Si el gato reside cerca de nuestra casa, podemos intentar capturarlo nosotros mismos, aunque esto requiere de paciencia. También podemos colaborar con alguna asociación de nuestra ciudad, para ello podemos investigar un poco por internet sobre las asociaciones y relatarles la situación. Para ello, describe al gato (sexo, edad aproximada, condición, si parece embarazada en el caso de gatas, comportamiento) y la zona en la que te encuentras. Si es posible, puedes incluso adjuntar fotos.


Jaula trampa

A menudo a los gatos esterilizados en colonias les cortan un pedacito de la oreja para identificarlos
Una vez que les has llamado, puedes pensar que ya está todo hecho. Pero las asociaciones/ protectoras agradecen muchísimo cualquier ayuda por tu parte ya que normalmente estan bajo mínimos y saturadas. Por ejemplo, puedes alimentar al gato hasta que la asociación llegue, manteniendo así al gato controlado. También puedes colaborar en su castación mediante un donativo, cuidando al gato después de la castración o cualquier cosa que pueda ayudarles. Normalmente las asociaciones suelen tener experiencia en estos casos, y tienen el material (jaulas) y conocen veterinarios.

En el caso de que quieras realizar el proceso de modo solitario, la cosa se complica si no tienes experiencia en ello. Atrapar un gato requiere de considerar las particularidades de la zona donde se encuentre el gato. Puede ser un colegio, una zona vecinal, un descampado...etc. Es posible que necesites permisos para colocar una jaula trampa alli y localizar los "puntos calientes" por los que suele merodear el gato. Necesitarás además lajaula trampa, o quizá más de una para colocar en varios lugares. Es recomendable colocar comida en las trampas para que el gato acuda dentro a comer, este proceso puede ser lento porque los gatos son descofiados.Coloca las jaulas en lugares no muy expuestos, camuflados.

Deberás vigilar las jaulas cada poco tiempo y en cuanto haya caido el gato, tapar la jaula para tranquilizar al animal. Se debe acudir lo más rápidamente a un veterinario, que previamente hayamos acordado con el hacer la operación. Existen veterinarios que hacen descuentos en este tipo de situaciones.
Una vez realizada la operación el gato debe mantenerse en la jaula, tapado, calmado y ocho horas después darle comida y agua.  Cuando parezca recuperado, devolver al gato al mismo lugar donde fue capturado. No olvides limpiar la jaula concienzudamente después de todo el proceso.

 Quizá la asociación o protectora quiera socializar al gato, en especial si es joven o muestra signos de que es posible, en cuyo caso no lo devolverán a su lugar. O quizá quieras hacerlo tu, algo que te supondrá mucho tiempo, asi que estate seguro de tenerlo. Los gatos de más de 4 meses de edad son los que suelen necesitar más tiempo de socializacion, y es mejor que lo hagan personas experimentadas. Es recomendable realizar un chequeo de salud al gato antes de comenzar.
Como resumen, al principio el gato deberá confinarse a una habitación, como un baño (nunca sin ventana, sino es asi busca otra habitación), donde esté tranquilo y seguro. Coloca en el todos los enseres, mas una caja donde el gato se pueda esconder y sentirse seguro. No agobies al gato de inmediato, y hablale con voz suave y premia cuando tenga un comportamiento positivo (con comida, por ejemplo). Al principio será normal que sisee y se muestre agresivo. No trates de tocarlo ni acariciarlo en estos casos. Cuando lo alimentes, trata de permanecer el la habitación mientras come. Si te deja, comienza a tocarle mientras come, en la mejilla y cabeza. Puedes dejarle una radio o tele puesta cuando tu no estés.
Aumenta gradualmente el tiempo que pasas con el, hasta llegar a las dos horas diarias. Utiliza juguetes para interactuar con el, y poco a poco aumenta las partes que le acaricias, como lomo, cola, patas... Intenta cogerlo unos centimetros cuando parezca más confiado, pero sueltalo en seguida.
Cuando el gato se sienta suficientemente confiado contigo, es hora de abrir la puerta de su espacio de confinamiento e ir presentandole poco a poco la casa y el resto de habitantes.
Una vez socializado, es posible que quieras quedártelo, o bien darlo en adopción a un hogar definitivo.
El proceso puede ser mucho más complejo, pero la clave es la paciencia.

¿Que pasa en el caso de que sea un gato callejero sociable?
En primer lugar, asegurate de que no es un gato perdido o de alguien. Para ello puede palparse el cuello para ver si lleva microchip. No todo el mundo lo pone, asi que el siguiente paso sera llamar a perreras y protectoras para reportar que has encontrado un animal, con su descripcion e incluso foto. Coloca carteles por la zona y poner un anuncio en las redes sociales y foros de internet. Puedes realizar una búsqueda de internet, por si alguien ha escrito acerca de que ha perdido a su gato.

Lo ideal sería que le dieses acogida mientras le buscas un hogar. Para ello, deberás capturarlo (lo cual deberia ser más fácil que en el caso de un feral), llevarlo al veterinario para un chequeo y cuidarlo en casa (no olvides realizar SIEMPRE una cuarentena a cualquier animal nuevo que entra en casa). Mientras lo cuidas, realiza difusión sobre su adopción, con muchas descripciones y fotos de buena calidad que ayuden a buscarle un hogar. Pide ayuda a tus amigos y conocidos para que hagan correr la voz. Recuerda que buscar un hogar puede llevar tiempo, y deberás buscarle un adoptante adecuado, que sea responsable y cuidarlo toda la vida. ¡No tiene sentido salvarlo para después volver a la calle!. Lo mejor es que lo entregues esterilizado, vacunado y desparasitado. Puedes pedir al futuro propietario una donación para ello.
Quizá el gato necesite un tiempo de socialización si lleva mucho tiempo en la calle, o se ha vuelto miedoso por malas experiencias. El proceso es similar al que se ha descrito para un gato feral.
Si no puedes acogerlo, el siguiente paso es llamar a una protectora para que puedan quedarse con él mientras le buscan un hogar. De nuevo, cualquier colaboración por tu parte será muy bien recibida. Puedes incluso "apadrinarlo", es decir, pagar su manutención mientras está en el refugio.

Un pequeño refugio casero
Si no puedes conseguir ayuda de una protectora ni tienes recursos para hacer una acogida, al menos puedes facilitarle la vida al animal mientras buscas más ayuda. Intenta encontrar un lugar acojedor para mantenerlo, colocando una caja de plástico grande donde protegerse de los elementos y colocar un cuenco de agua. Si las leyes de tu ciudad, o bien la comunidad de vecinos, si es el caso, te da permiso (cosa muy complicada), puedes alimentarlo. En ese caso, procura ser muy discreto y limpio, retirando cualquier resto de comida que pueda ensuciar o generar malos olores. Puedes incluso colocar una pipeta desparasitante al gato para evitar que contraiga parásitos. Durante todo este tiempo, no dejes de difundir la situación del gato por si alguien puede ayudarte o adoptar al animal.
Todos los pasos anteriormente descritos requieren esfuerzo y paciencia. Existen asociaciones o agrupaciones que dan apoyo al control de colonias y a su sustento, a veces con apoyo gubernamental.
Aunque sea muy dificil, recuerda que para el gato eres su esperanza. En otro post futuro comentaremos que opciones hay para el mantenimiento sostenible de colonias, que tambien supone un enorme esfuerzo para sus cuidadores.