Durante su entrenamiento para que entienda por su nombre, cuando lo llames y se acerque, ofrécele un premio (comida) para reforzar las connotaciones positivas del nombre.
Si alguna vez no se comporta como es debido, no hay que regañarlo utilizando su nombre para no perjudicar la relación positiva. Los gatos tienen su propia manera de pensar, si no se les tiene en cuenta, hasta el nombre más bonito les dejará indiferentes.