@rambothepuppy
La mayoría de personas que se han jubilado o están a punto de jubilarse ni se plantean la idea de tener un perro. Y no se lo plantean, sencillamente, porque desconocen las numerosas ventajas que un perro aporta a su nueva etapa de vida, así que si eres un jubilado o jubilada o estás a punto de jubilarte deberías tener en cuenta adoptar a un perro:
Un perro ayuda a mantenerse en forma. Sobretodo a esta edad, mantener una buena forma física es fundamental para alargar la esperanza de vida y aumentar en calidad de vida. Por eso, no hay mejor ejercicio que el que te “obliga” a practicar un perro: mínimo 30 minutos diarios de paseo, entre sacarlo a hacer sus necesidades y los juegos en los que te envuelve el perro sin ser consciente de ello.
Un perro mejora tu salud. No es broma. Parece que cuando ya por fin tienes tiempo de relajarte, como que brota todo. Por eso, un perro tiene numerosos efectos positivos en tu salud: reduce la presión arterial, reduce los niveles de colesterol, mejora la salud cardiovascular, alivia los efectos de la depresión, aumenta la rapidez en la mejora de numerosas enfermedades y dolencias, etc.
Un perro mejora tus relaciones sociales. Hasta las personas más introvertidas se abren a otras personas totalmente desconocidas para entablar una conversación, como no, girando alrededor de tu perro. Pero claro, es que se empieza por hablar del perro y un tema lleva a otros, estableciéndose relaciones que jamás te hubieras planteado.
Un perro es una motivación. Si no tenías apenas motivos para levantarte de la cama, te aseguro que el perro te cambiará este concepto. Si pensabas que tu vida ya no tenía chispa, con tu peludo la chispa está asegurada. Está comprobado que los propietarios de perros se vuelven más disciplinados que los que no tienen perro, dado que se ven obligados a mantener una rutina diaria de obligaciones: dar de comer al perro, sacarlo a pasear, cepillarlo, jugar con él, etc.
Un perro te enseñará cada día una lección de vida. Diariamente tu perro te enseñará cómo debes vivir la vida, despojándote de preocupaciones, muchas veces sin fundamento. Un perro te enseñará a dar las gracias por vivir, a valorar los pequeños momentos que son los que realmente nos hace felices, a amar incondicionalmente, a dar sin esperar recibir nada a cambio, … Esto son solo unos cuantos beneficios que aporta compartir la vida con un perro, sobretodo, en una etapa tan complicada y a la vez deseada como es la jubilación. Como es normal, tampoco podemos elegir el primer perro que se desee, lo último que puedes hacer es elegir por capricho un perro, así que si no quieres equivocarte en la elección, te recomiendo que adquieras el ebook de Cómo elegir el perro perfecto para ti.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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