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Hay varias razones que llevan a tu perro a lloriquear. Este estado debes saberlo traducir para poder atender a las necesidades de tu peludo. Veamos las razones:
Ansiedad. La ansiedad o el estrés se manifiesta de varias formas y el lloriqueo es una una de ellas. Normalmente, el lloriqueo es preliminar al ladrido. Cuando observas que tu perro lloriquea y a continuación ladra, es una señal de estrés importante. En este sentido, descubre qué puede llevar a tu perro a estar estresado. ¿El aburrimiento? ¿La necesidad de salir a hacer sus necesidades? ¿Una falta de actividad física?
Sumisión. Los perros que ante otros perros o personas se manifiestan de forma sumisa necesitan más confianza en ellos mismos para que las relaciones sean equilibradas. Normalmente, estos perros ante el contacto con otras personas que se le acercan u otros perros, se ponen a los pies del perro, lloriquean, mueven la cola entre sus piernas y evitan el contacto visual. Este lloriqueo es estrés por falta de confianza. Puedes ayudar a tu perro a tener más confianza leyendo este post: Cómo educar a un perro a tener más confianza.
Emoción. Son perros muy excitables que lloriquean de alegría. Se unen a los lloriqueos, saltos, vueltas y hasta ladridos cuando ven a una persona que quieren o les agrada. En este caso, hay que educar al perro a autocontrolarse. Para ello, enséñale a sentarse, a calmarse y a saludar en un estado de mayor serenidad.
Atención. Este tipo de lloriqueo lo utilizan mucho los cachorros. Suelen usarlo para llamar la atención de sus dueños cuando se encuentran solos, sobre todo, por las noches. Para evitar este lloriqueo hay que ignorarlo. Suele pasar sobretodo en la primera semana del cachorro en casa, por tanto, hay que sufrir esa primera semana, pero evitarás reforzar el lloriqueo. Si siempre que el cachorro llora, acudes, reforzarás este comportamiento y más tarde te costará mucho más eliminarlo.
Dolor. El lloriqueo puede deberse al dolor. Observa si tu perro tiene alguna herida, cojea o si es ya mayor le cuesta levantarse. Hay que estar atento porque el dolor de artritis es intenso y debe someterse a tratamiento veterinario cuanto antes, evitando hacer sufrir al animal.
Demanda. Cuando el perro ha aprendido cosas, como por ejemplo, que hay que hacer sus necesidades fuera, puede aprender a demandar que le abran la puerta lloriqueando. Es una forma de llamar la atención que debes evitar. Ignora esta conducta cuando lloriquee, porque de lo contrario, se acostumbrará a lloriquear por cualquier cosa.
Como ves, atender al tipo de lloriqueo de tu perro te ayudará a entender qué necesidades tiene.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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