Ingredientes:
- 4 pijotas medianas frescas. En la pescadería se pidió que las limpiaran bien para hervirlas, pues este pescado se suele consumir entero.
- 2 huevos duros.
- 1 taza grande de cous-cous.
- 1 bote de cristal mediano de judías rojas.
- 1 lata grande de champiñones enteros.
- 8 tomates cherry.
- 6 nueces.
- 4 dátiles.
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva. Aquí se ha utilizado aceite virgen sin filtrar por tener una calidad superior al virgen extra de supermercado, pero este último también sirve.
Preparación:
Hervir el pescado en un cazo con agua y luego escurrir y desmenuzar. Las pijotas tienen espinas de diversos tamaños, por lo que hay que limpiarlas bien. Cocer los huevos y calentar un poco más de agua para preparar el cous-cous. Lavar y/o escurrir las judías, los champiñones y los tomates, debiendo cortar estos dos últimos en trozos pequeños. Hacer los mismo con las nueces y los dátiles, eliminando cáscaras y huesos.
Tiempo de elaboración:
40 minutos aproximadamente entre que se hierven los ingredientes, se limpia bien el pescado y se corta todo para la mezcla final.
Rendimiento:
Con las proporciones de los ingredientes indicadas en la receta se puede alimentar a un animal de 5 Kg de peso durante 5-7 días tomando 2 raciones de comida diaria. Para animales de mayor tamaño se deberá incrementar la cantidad de cada uno de los ingredientes de manera proporcional (6-8 pijotas, 2 tazas de cous-cous, etc.).
Conservación:
Se recomienda preparar bolsas de papel transparente para congelar una vez que se conozca la cantidad de comida por ración, que suele ser a ojo usando el comedero habitual del perro o gato. La mezcla completa en el bol inicial resiste en la nevera durante varios días si se cubre con el mismo tipo de papel.
Advertencias:
No se deben usar sales, salsas ni especias, ni siquiera para hervir. Todos los ingredientes deben ser aceptados y tolerados por el animal. Algunos de ellos como las verduras pueden ser rechazados por su sabor o textura, recomendándose que se corten en pequeños trozos y se mezclen muy bien con el resto. Si el olor de algún producto produce el rechazo del alimento por parte del perro o gato conviene no añadirlo o bien sustituirlo por otro similiar. Ninguno de los ingredientes es tóxico en la cantidad indicada. En cualquier caso, si la mascota manifiesta algún síntoma como vómito, mal digestión con heces blandas o picor en la piel después de las comidas conviene identificar el ingrediente responsable y restringirlo.
¡Buen apetito para nuestros peludos!