Ingredientes
1/2 vaso de harina de centeno
1/2 taza de perejil
1/4 taza de oregano
2 cucharadas soperas de levadura de cerveza (aprox.)
3 cucharadas soperas de aceite de oliva
Agua: 1/2 taza aprox.
Información nutricional
La harina de centeno es altamente digerible para los perros. No suele estar incluida en piensos y por ello minimiza el problema de las alergias. Además, es de bajo valor energético con respecto a otras harinas y eso la hace apta para perros con un poco más de peso de la cuenta.
El perejil tiene múltipoles propiedades entre las que destaca su efecto positivo sobre los riñones al ser diurético, que ayuda a regular la tensión arterial sobre todo en hipertensos, su gran contenido en calcio que viene muy bien para los huesos de los perrinos mayores…
El orégano le da otro toque extra de digestivilidad a nuestras galletas. Les viene muy bien a perros con tendencia a tener gases y flatulencias así como a aquellos que tienen problemas respiratorios porque hace que las vías respiratorias estén limpias, reduce la inflamación y facilita que el perro expectore.
El aceite de oliva siempre lo usamos porque tiene muchíiiiiiisimos beneficios y usos como los que destacamos aquí.
Además de todo esto, las especias de estas galletas ayudan a mejorar el aliento de tu perro
Preparación
Ver el vídeo es una buena manera de aprender, hay cosas como la textura que tiene que tener la masa, que es imposible describir en palabras pero sí la veréis en él.
De todas formas, el modo es el siguiente:
Echamos la harina y las especias en un bol. Mezclamos y añadimos la levadura de cerveza. A continuación, echamos las tres cucharadas de aceite de oliva y mezclamos muy bien para que se integre correctamente. Lo mejor es, llegados a este punto, meter los dedos en la masa para conseguir que el aceite se distribuya muy bien por toda la mezcla de ingredientes secos. Una vez hecho esto, empezamos a añadir agua poco a poco y amasamos. Es más fácil si lo haces en la encimera sobre un poco de harina de centeno extra, para que no se pegue. Amasas hasta que tengas una bola que no se pegue a las manos mucho pero tampoco muy seca.
Es hora de precalentar el horno a 180 o 200º C. Hacemos bolitas muy pequeñas, las aplastamos y las ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de horno (o papel de aluminio en su defecto). Metemos al horno y en unos 15 o 20 minutos estarán hechas. Lo sabrás cuando estén doradas y hayan endurecido.