La verdad es que me he tomado un descanso de todo al acabar el curso, incluido el blog. Pero esta semana volví a la carga con las prácticas en el hospital y ahora que cogí ritmo necesitaba escribir! Y como es una época de excursiones, turismo, etc. Y a la vez en Asturias no hace un sol radiante de playa todos los días (afortunadamente para Amy y para mi) os voy a dar la idea de un plan genial en un pueblo precioso!!!
Puerto de Vega es un pequeño pueblo marinero en el occidente de Asturias. Pese a que soy la mayor fan de nuestro oriente, he de decir que me parece digno de visitar. Es muy mono, como de cuento. De hecho, fue Pueblo Ejemplar de Asturias en 19995.
Desde Oviedo, llegamos en una hora un poco larga. Aquí os dejo el recorrido por maps. El camino es fácil, casi todo por autopista y sin demasiadas curvas.
Según llegas al pueblo, puedes entrar hasta la zona del puerto donde hay un aparcamiento. Una vez dejado el coche, puedes dar una vuelta por el pueblo. No es que os recomiende ver ningún monumento en concreto, es en sí el pueblo el que merece una visita, un paseo, perderse un poco por él.
Para comer, como muy buena comida y además con opciones vegetarianas, os recomiendo La Gaviota. Las opciones veg no están en carta pero si llamáis para reservar podéis especificarlo y os aseguro que no recurrirán a la tan manida parrillada de verduras. Por ejemplo, a mi la última vez me pusieron los típicos tortos asturianos de maíz con setas y una crema de pimientos y unos pimientos rellenos de arroz. Todo súper rico! No estoy segura al 100% de que puedan adaptaros algo vegano pero casi fijo que sí, son muy amables. Eso sí, sobre todo en temporada alta, va a ser difícil tener hueco sin reservar. Aquí está su página en TripAdvisor. Pedir que os reserven en la terraza y podréis comer con el perro. Es lo que hago yo con Amy y son muy amables con nosotras, hasta le ponen un poquito de agua… cómo agradecemos esos detalles los que tenemos perro, eh?!
Después de pasar el día en el pueblo, podéis acercaros a las playas cercanas. Por ejemplo, nosotros fuimos a la de Frejulfe. Es una playa muy extensa, perfecta para correr. Lamentablemente, esto es solamente posible yendo en temporada baja. Si no, no dejan perros en la playa.
También podéis ver estos lugares de interés del pueblo, tal y cómo indica la página del municipio: “el mirador del Baluarte, con cañones del siglo XVIII; el mirador de la Riba, recuerdo de los viejos balleneros; las capillas de la Atalaya, Socorro, Carmen y Lebrón; las antiguas casonas blasonadas, entre las que sobresale la de Trelles, donde murió el ilustrado G. M. de Jovellanos (1744- 1811); las casas natales de Juan Pérez Villamil (1754- 1824), y la de Álvaro de Navia Osorio (1684- 1732), las casas de indianos con el Casino, construido por el arquitecto Manuel del Busto (1874- 1948), y el parque Benigno Blanco; y la iglesia parroquial de Santa Marina (1730- 1749), con excelentes retablos barrocos y rococós de José Bernardo de la Meana y el órgano más antiguo del norte peninsular (s. XVI). La centenaria plaza de Cupido, eje neurálgico sobre el que creció el primitivo poblado marinero, rezuma nobleza y sabor añejo por los cuatro costados, lo que le convierte en rincón favorito de pintores y poetas.”
Os recomiendo muy mucho dejaros caer por allí si venís a Asturias con perro!!!! Y si váis ya me contaréis qué os parece. Muakk!