Elsie Carbó
grillosazules@gmail.com
Hace unas semanas atrás publiqué en Facebook un caso de maltrato en el club Le Selec en Miramar, donde algunos animales dispuestos en jaulas sirven de entretenimiento al público. Me refería al descuido y la poca atención alimentaria de unas cuantas gallinas rizas, pavos, patos, y otros, que hasta causaron la muerte de un hámster, de acuerdo al testimonio de un veterinario que visitó el lugar y conversó con una empleada de la instalación, y de los cuales mantuve su anonimato, en ese texto especifiqué que los animales la estaban pasando mal por falta de la atención apropiada. La crítica circuló por las redes y llegó al sitio adecuado, o sea la entidad del Cimex que dirige el club. Y ellos no han dejado pasar muchos días para dar su respuesta.
Hasta mi casa llegaron el miércoles 14 de junio dos compañeros directivos en su calidad de responsables de la investigación, Jorge Luis Farias, salvavidas del club, más conocido por Yoyi, y Oliva Silot, quien es jefe de quejas. Lo primero que tengo que decir es que el hecho de que un organismo se tome en serio una demanda por maltrato animal ya es como para reconocerlo públicamente, pues como sabemos, en el día a día nuestro quedan impunes y en silencio tantos actos de abuso y violaciones contra los animales que una excepción a la regla, al menos, debe ser felicitada.
El compañero Oliva explica que en las diferentes visitas realizadas al lugar en cuestión no observaron ningún descuido en el entorno donde habitan los animales, recalcando que ahí no hay hámster, sino ardillas, por lo tanto la información a que se refiere mi artículo no es verídica, tampoco pasan hambre en sus jaulas porque precisamente el compañero Yoyi es el encargado de darles de comer, y que él, personalmente es un amante de los animales, y nunca les proporcionaría tales sufrimientos, por otro lado aduce que como los animales siempre están dispuestos a comer lo que sea, pueden dar esa imagen dudosa que observó el amigo veterinario de acuerdo a una testigo del club, pero es falso que pasen hambre o sed, además de que las aves tienen la costumbre de picotear los alimentos que le tira el público estén o no satisfechos. En sí ellos, ni la entidad que representan ambos compañeros, no aceptan que esos animales no sean felices en su cautiverio, ni que estén mal atendidos, por el contrario, de ser así ya se hubieran ido volando, afirmó Oliva, pues sus jaulas están a cielo abierto, y como prueba de ello me mostraron fotos para que observara las cercas de suficiente altura. Pienso que es una pena que Dios no les haya dado el don del habla a los animales, sin embargo, a su favor otorgó otras cualidades excepcionales para algunos, como la belleza, su gracia, su lealtad, su ternura y su devoción por quienes comparten la vida con ellos, sean o no misericordiosos amos. De eso se trata precisamente, de preservar estos dones naturales, porque cuando un protector o una protectora se someten a dar testimonio de un atropello o un crimen, de esos que tanto abundan en nuestro entorno, los que a cada instante nos llega en un comentario, un video o una fotografía, el deber es denunciarlo pase lo que pase, independientemente del malestar o disgusto que pueda causar la crítica, que pudiera ser cierta o desacertada, a veces no tenemos a mano el termómetro para medir la realidad. Un caballo reventado en el malecón, perras con sus crías recién paridas abandonadas, una matanza de gatos en Ayestarán, un perrito quemado en Manzanillo la lista de la barbarie es interminable e innombrable en todo el país pero aún existen personas e instituciones que permanecen ajenas a esta verdad. Realmente la comunidad amante de los animales lucha por crear una conciencia ciudadana que combate este tipo de males en nuestra sociedad. Que hoy una empresa tan importante como el Cimex haya hecho un aparte en sus tareas y haya venido hasta mi casa a explicar que ellos no cometieron tales abusos contra esos animales enjaulados, es ya de por sí un hecho encomiable, dado que hay otros que dan el silencio por respuesta. Siento mucho que no hayan estado autorizados a dejar copia del documento que hizo la empresa con los detalles sobre el caso para eximirse de culpas pero en lo que a mi responsabilidad como periodista y protectora concierne, pienso que es un punto favorable al movimiento que se gesta en el país a favor de los animales y de la propuesta de una Ley que proteja su bienestar. Que ese colectivo haya dado muestras de interés en dar su respuesta, que sea en contra o no de lo publicado, no es ahora lo más importante, creo que lo esencial es el acto mismo como acción humanitaria y sincera, que le da vida propia al derecho a la existencia que tienen en nuestro planeta todos los seres vivos que en ella habitan.