Foto: jpockele / Flickr.
Un conejo doméstico que disfrute de libertad en la casa y en el jardín goza de un estilo de vida que le convierte en un animal sociable, atento a los estímulos y pieza de un entorno confortable. De todos modos, la seguridad de esa rutina diaria depende del control de los factores ambientales que rodean al conejo, eliminando o reduciendo los riesgos que puedan existir.
Al ser su medio natural, un conejo puede vivir en el exterior perfectamente. Si piensas tener a tu animal de compañía fuera, debes esperar a que tenga unos meses y, después, acostumbrarle gradualmente. Sería bueno que empezase a vivir en el exterior cuando las temperaturas sean suaves y así ir acostumbrándolo al frío o al calor. Se deben evitar siempre los extremos.
El enemigo está ahí fuera
El riesgo más importante para un conejo en el exterior es un ataque realizado por depredadores. Los animales que pueden atacarle son sobre todo los perros y gatos del vecindario. En una zona más rural, estos enemigos podrían ser más numerosos (zorros, águilas, lechuzas, búhos, halcones...). Algunos pueden doblar o roer alambres, mientras que los más ágiles pueden incluso llegar a abrir la puerta de la jaula o del corral donde vive tu conejo.
Además la mera presencia de otras especies, puede causar una reacción extrema en los conejos, como un ataque de pánico durante el cual podría causarse algún tipo de fractura o herida. Incluso podría llegar a ser víctima de un ataque al corazón, ya que la situación de nerviosismo les supera. Un superviviente tendría el peligro de quedar inválido o desarrollar una infección debido al ataque.
Cómo la mayoría de los depredadores cazan por la noche, es recomendable que durante la misma, tu amigo esté en un lugar seguro, preferiblemente en el interior de la casa. Un buen corral dentro del jardín suele bastar para evitar el ataque durante el día, sobre todo si hay presencia humana.
La vida en el exterior
A un conejo, a pesar de haber sido castrado o esterilizado, le gustará cavar madrigueras. Con el paso del tiempo, éstas serán lo suficientemente grandes para impedir que sus cuidadores le cojan. Esto es un problema si tu mascota está asustada o enferma y requiere tus cuidados. Por ello, te recomendamos que le desanimes, poniendo una rejilla en el fondo de la jaula o tapando sus cuevas en cuanto las empiecen.
A este adorable animal se le debe proteger de las inclemencias del tiempo. La jaula debería tener una caseta en la que se pueda guarecer tanto de la lluvia como del viento. Si hace demasiado calor, algunas de las soluciones son colgar una toalla húmeda o poner hielo dentro de un brick vacío.
Mucha gente cree que un conejo en el jardín evitará instintivamente las plantas venenosas. Esto no es así en todos los casos. Se recomienda hacer un inventario de las especies disponibles en el jardín y eliminar las que sean tóxicas. Otro riesgo potencial es el uso de pesticidas y fertilizantes en el jardín, que son extremadamente funestos para los conejos.
Calendario de vacunas al día
Un grave problema para los conejos incapaces de limpiarse completamente los restos de orina y heces son las moscas. Aquí lo más importante es prevenir, examinando diariamente a tu animal de compañía y retirando los restos que puedan quedar en su pelaje. Las pulgas constituyen otra amenaza, puesto que pueden causar anemias o el virus de la mixomatosis, que es mortal y lo transportan los insectos. Vacunando al conejo, lo protegemos ante estas y otras dolencias.
Finalmente, otro de los peligros está en la falta de atención por parte de sus cuidadores. Aunque el conejo tenga bebida, comida y refugio, si no le tratas y observas lo suficiente, su salud puede resentirse debido a síntomas que has pasado por alto. En resumen, los riesgos de un conejo que viva en el exterior se reducen si sigue una rutina que permita a tu animal estar en casa cuando sea necesario: por la noche, con temperaturas extremas o cuando esté enfermo. Es vital que no le pierdas la pista.