Las enfermedades que prevenimos actualmente por la vacunación de manera rutinaria en los perros son: Moquillo (Distemper o Enfermedad de Carré), Hepatitis infecciosa canina, Leptospirosis, Parvovirosis, Coronavirosis, Tos de las perreras y Rabia. Las vacunas, dependiendo de la combinación de microorganismos productores de distintas enfermedades, pueden ser mono, bi, tri, tetra, penta, hexa o heptavalente.
Factores de vacunación
Recuerda que vacunar no es inyectar una "vacuna", es crear los anticuerpos necesarios en un organismo, para conseguir una resistencia duradera frente a la enfermedad. Para lograrlo se deben tener en cuenta varios factores:
Zona de residencia del animal porque es importante conocer cuáles son las enfermedades más frecuentes en tu zona.
Época del año: de esto depende la probabilidad de desarrollo de unas u otras enfermedades.
Estado inmunológico del perro: depende de si ha sido amamantado por su madre, si tomado calostro, de la calidad de ese calostro, de si su madre ha sido vacunada, etc.
Tipo de perro dependiendo la raza o su sensibilidad individual.
Fisiología de la inmunidad canina: si está o no cubierto por la inmunidad materna o si existe alguna interferencia con anticuerpos maternos.
De manera genérica, lo normal es empezar la pauta de vacunación entre las 6 y las 9 semanas de vida, y terminar siempre después de las 12 semanas, en 3, 4 ó 5 inyecciones, dependiendo de todos los factores anteriores y las vacunas que se usen. Otro factor a tener en cuenta, dependiendo de zonas o países es la obligatoriedad de vacunación frente a determinadas enfermedades como sucede en el caso de la Rabia.
Combate a los parásitos
En cuanto a la desparasitación, debes saber que tu perro debe estar libre tanto de parásitos intestinales o internos (vermes y tenias), como de parásitos externos (pulgas, garrapatas, insectos y ácaros) Al igual que la vacunación, dependiendo de los antiparasitarios que usemos y las circunstancias del cachorro, deberemos iniciarla entre los 15 días y los 3 meses.Muchos cachorros nacen con parásitos, otros contraen una endoparasitosis vía leche materna o pueden contagiarse desde el exterior. La desparasitación es fundamental para que las vacunas puedan estimular correctamente al sistema inmunitario que lo protegerán contra las enfermedades infecciosas que pueden ser muy graves e incluso mortales. Fuera de casa, conviene llevar al cachorro en brazos hasta que no haya completado su calendario de vacunación para evitar contagios.
El adulto también debe ser desparasitado de forma rutinaria y las revacunaciones deberían ser anuales.
Recuerda ser especialmente cuidadoso en lo que se refiere a la vacunación de la hembra gestante, que a través del amamantamiento deberá trasmitir la inmunidad a las crías, que de esta forma estarán protegidas las primeras 6 semanas de vida.
La visita al veterinario como rutina debería ser mensual durante el crecimiento y una vez al año cuando alcanza la edad adulta. Otro aspecto fundamental para asegurar un buen estado de salud física y psíquica es el ejercicio físico, que dependiendo de la raza, si tiene jardín, o vive en el campo, deberá ser al menos de tres paseos diarios de 20 minutos cada uno.