Un perro recién nacido no es inmune a las enfermedades, sin embargo si tienen algunos anticuerpos que lo protegen, estos anticuerpos los obtienen de la sangre de la madre a través de la placenta. Asimismo, también obtiene anticuerpos de la leche materna, la cual es proveniente de la perra a partir del nacimiento del cachorro y durante 36 a 48 horas, este leche es conocida como calostro. Posterior a este periodo el cachorro no va a seguir recibiendo más anticuerpos a través de la leche de la madre.
Todos los anticuerpos que son derivados de la madre, ya sea a través de la sangre o del calostro, se llaman anticuerpos maternos.
Cabe destacar que el cachorro sólo recibirá los anticuerpos contra las enfermedades para las que la madre había sido vacunada recientemente. Por ejemplo, si la madre no había sido vacunada contra el parvovirus u otro, el cachorro no tendrá los anticuerpos contra el parvovirus, el cachorros entonces sería susceptible a desarrollar una infección por parvovirus.
A que edad debo vacunar a mi perro
La edad en la que el cachorro debe ser vacunado es proporcional a la cantidad de anticuerpos que obtuvo de su madre. Si el cachorro posee elevados niveles de anticuerpos maternos presentes en el flujo sanguíneo, los mismos bloquearán la eficacia de una vacuna, pero cuando los niveles de anticuerpos maternos han bajado lo suficiente la inmunización de una vacuna empieza a trabajar.
Los anticuerpos maternos en la sangre del cachorro estarán presentes durante varias semanas. Existe un periodo de tiempo de varios días a varias semanas en que los anticuerpos maternos son muy bajos para proporcionar protección contra cualquier enfermedad, pero también pueden ser demasiado altos para permitir que la vacuna funcione, este periodo es conocido como ventana de susceptibilidad.
La duración de la ventana de susceptibilidad es distinta en cada camada y la edad en la que los cachorros son capaces de responder a una vacuna y desarrollar la protección (ser inmunizados) abarca un periodo amplio de tiempo.
Por lo general, los cachorros comienzan su calendario de vacunación alrededor de la 6ta a 8va semana de vida y se les aplican refuerzos cada 2 a 3 semanas hasta que éstos tengan alrededor de 4 meses, después de esto se debe revacunar anualmente.
La vacunación es de vital importancia y sirve para ayudar a proteger la salud de tu cachorro contra las enfermedades comunes y peligrosas como la que te mostraremos a continuación.
¿Qué es la vacunación?
La vacunación consiste en la inoculación de una sustancia (fracción de un virus, microorganismo, etcétera), en el organismo, que reacciona frente a ella creando defensas (anticuerpos).
El tipo de vacunas y la frecuencia suele variar según los hábitos la zona geográfica en donde se encuentre.
¿Cuándo empezar a vacunar a un perro?
El momento para iniciar la vacunación es sumamente importante, ya que los anticuerpos maternos que han atravesado la barrera placentaria al mamar no duran toda la vida y van disminuyendo poco a poco luego del nacimiento. Si el perro es vacunado prematuramente puede interferir en la eficacia la vacuna, pero si es vacunado demasiado tarde el animal estará un cierto tiempo sin protección.
Principales vacunas que necesita tu perro
Hay diferentes tipos de vacunas que protegen frente a más o menos enfermedades. La más conocida y común es la Trivalente lo cual protege frente al moquillo, leptospirosis y hepatitis vírica.
Otra vacuna muy usada es la tetravalente que es similar a la trivalente y además lleva la fracción de Parvovirus.
Otra vacuna que también es muy usada y conocida es la de la Rabia, y otras poco conocidas y también más recientes son la del Herpesvirus canino, la de la Piroplasmosis, y la vacuna frente a la Bordetella bronchiseptica y Pasteurella Multocida (componentes bacterianos oportunistas de la tos de las perreras).
Enfermedades por la que tu perro debe ser vacunado:
Rabia:
Es una enfermedad de origen viral que afecta principalmente el sistema nervioso de los animales.
Transmisión
El virus se puede localizar en la saliva del perro infectado y contagia la rabia mordiendo a otro animal o a una persona, una vez que ya esté infectado con el virus, este viaja por el sistema nervioso periférico hasta llegar al sistema nervioso central. En otras ocasiones esta enfermedad se puede transmitir por contacto de la saliva que contenga el virus con la piel cortada. Las infecciones que son transmitidas por aire también pueden ocurrir en lugares confinados como lo son las cuevas de murciélagos.
Todos los animales de sangre caliente son susceptibles de contraer rabia y otros pueden servir como reservorios naturales del virus. Entre estos encontramos el zorro y el mapache así como los murciélagos.
Signos y síntomas
Los síntomas tempranos pueden abarcar la fiebre, inquietud o comportamiento alterado, salivación en exceso, conducta agresiva, imposibilidad de tragar (no pueden tomar agua), pupilas dilatadas, entre otros. Más tarde, durante el curso de la enfermedad, pueden presentar parálisis, temblores musculares y convulsiones seguidas por la muerte. Debido a que la rabia es usualmente mortal y puede ser transmitida al hombre, la mayoría de los estados poseen leyes que requieren que los perros sean vacunados obligatoriamente contra la rabia.
¿Cuándo debe ser vacunado?
• Primera vacunación: 12-24 semanas de edad.
• Segunda vacunación: 48 semanas de edad.
• Revacunación: anual, bianual o trianual.
Parvovirus:
El parvovirus suele ser una de las enfermedades contagiosas más frecuentes en los perros. En algunos países la catalogan como la enfermedad canina más común.
El parvovirus es causado por un virus que lleva el mismo nombre. Esta enfermedad afecta el tracto digestivo de los canes y también puede afectar el músculo cardíaco en cachorros muy jóvenes.
Este virus fue identificado en el año 1978 y desde entonces se han encontrado cepas mutantes del virus. Aunque existe una vacuna para prevenir la enfermedad, algunos perros vacunados se pueden enfermar.
Transmisión
El parvovirus canino se transmite a través de las heces de perros infectados. Debido a que el virus es muy resistente a condiciones ambientales adversas, puede permanecer latente en el ambiente e inclusive por más de cinco meses.
El virus del parvovirus puede también encontrarse en superficies y objetos que han estado en contacto con heces infectadas, tales como las suelas de los zapatos.
Otros animales como los insectos y los roedores, pueden servir como vectores de transmisión del parvovirus canino.
Signos y síntomas
Los síntomas del parvovirus canino pueden variar en intensidad para cada perro. Los canes adultos suelen ser un poco más resistentes a la enfermedad y es muy frecuente que no presenten síntomas notables. Por el contrario, los cachorros menores de seis meses son altamente susceptibles al parvovirus y es común que mueran si se contagian de esta enfermedad.
Los síntomas del parvovirus canino son: diarrea, vómitos, deshidratación y heces con sangre (que pueden ser vistas como heces oscuras). Debido a la elevada deshidratación del perro o cachorro, la muerte suele ocurrir entre las 48 y las 72 horas desde que ocurren los primeros síntomas.
En casos más graves, el parvovirus produce una disminución de los glóbulos blancos.
¿Cuándo debe ser vacunado?
• Primera vacunación: 6-8 semanas de edad.
• Segunda vacunación: 10-12 semanas de edad.
• Revacunación: anual.
Coronavirus:
Es una infección viral y altamente contagiosa del tracto intestinal. El CVC es la segunda (después del parvovirus) causa de diarrea en cachorros. Es una enfermedad intestinal específica en perros y se encuentra también tanto en los perros silvestres como domésticos en todas partes del mundo. La enfermedad ha estado presente desde hace décadas, y la gran mayoría de los perros domésticos poseen anticuerpos medibles de CVC. Lo cual significa que fueron expuestos al virus en algún momento de sus vidas o fueron vacunados cuando eran cachorros y aun cuentan con la protección desde el momento que se vacunaron.
Transmisión
La transmisión de este virus ocurre de perro en perro a través de contacto con excrementos infectados, o también se puede transmitir por los zapatos, ropas, alimento, canastas portátiles, tazones de agua y muchos otros objetos.
El estrés suele aumentar la susceptibilidad a la infección por coronavirus canino, por lo tanto, los perros que entrenan intensamente, viven en condiciones insalubres y en manadas grandes o que pasan un largo tiempo en lugares donde hay demasiados perros, están en mayor riesgo.
Al igual que el parvovirus, el coronavirus puede afectar a los perros en todas las edades, pero son particularmente devastadoras para los perros cachorros. El trato inmediato por parte de un veterinario para estas enfermedades es sumamente esencial.
Signos y síntomas
Se muestra un aumento de la temperatura a 40 °C. Además, se puede presentar anorexia, diarrea con sangre, usualmente con muy mal olor, vómitos, deshidratación y fuerte dolor abdominal. Estos síntomas pueden ser muy parecidos a los del parvovirus, pero en este caso la gastroenteritis es menos severa, y en algunos casos las diarreas son menos frecuentes, o nulas, o en todo caso puede demorar más días la presencia de la diarrea con sangre. Al presentar estos síntomas, lo más probable es que el veterinario le haga un examen para así descartar la presencia de parvovirus, debido a que es lo más usual, pero se debe estar alerta que podría ser la coronavirus canino, ya que la evolución es más lenta.
Advertencia importante: Debido a que el parvovirus canino puede sobrevivir unas cuantas semanas en superficies contaminadas, debe tenerse mucho cuidado al colocar a los cachorros donde ha habido infección de parvovirus. Además, es recomendable introducir sólo los cachorros que han sido vacunados y sólo luego de una completa desinfección del sitio.
¿Cuándo debe ser vacunado?
Te sugerimos seguir los consejos de tu veterinario para el programa de vacunación de estas enfermedades.
Moquillo Canino:
El moquillo, también conocido como distemper canino, es una de las enfermedades más contagiosas, comunes y letales para los perros.
El moquillo afecta al aparato digestivo y el aparato respiratorio de los perros. En casos más graves, también puede afectar al sistema nervioso.
Transmisión
El virus del moquillo puede ser transmitido de un perro a otro a través del contacto en el medio ambiente contaminado. Por lo general, el virus del moquillo se desparrama como una infección en el aire. Consecuentemente, la vacunación suele ser el único control efectivo.
Signos y síntomas
Los signos de aviso pueden abarcar falta de apetito, fiebre, secreción suave de los ojos, letargo o depresión. Estos signos tempranos pueden ser seguidos por una severa secreción nasal y ocular, neumonía, diarrea y convulsiones.
¿Cuándo debe ser vacunado?
• Primera vacunación: 6-8 semanas de edad.
• Segunda vacunación: 10-12 semanas de edad.
• Revacunación: anual.
Hepatitis:
La hepatitis en perros es producida por una inflamación del hígado, que puede estar ocasionada por una mala alimentación o por una exposición reiterada a diferentes tóxico, lo que afecta progresivamente al hígado y puede llegar a causar un daño crónico.
Cuando el daño hepático ha afectado a las funciones de este importante órgano podremos observar signos más graves que indican un mal funcionamiento ya no del hígado, sino de todo el organismo.
Transmisión
El contagio es producido por contacto directo con animales enfermos que eliminan el virus por todas las excreciones y secreciones corporales, sobre todo por la orina donde se puede encontrar virus hasta 6 a 9 meses pos infección.
También se pueden contagiar los animales por contacto indirecto con fómites contaminados, incluyendo herramientas para la alimentación y las manos.
Los ectoparásitos pueden hospedar al virus y por lo tanto pueden participar en la transmisión natural de la enfermedad.
Signos y síntomas
Los signos tempranos son parecidos a los del moquillo: pérdida del apetito, depresión, fiebre, vómitos y diarrea. Otros síntomas también incluyen una secreción nasal y ocular, hemorragia descontrolada, moretones de la piel o dolor cuando se presiona el abdomen. La enfermedad se puede controlar a través de un programa de vacunación planeado por su veterinario.
¿Cuándo debe ser vacunado?
• Primera vacunación: 6-8 semanas de edad.
• Segunda vacunación: 10-12 semanas de edad.
• Revacunación: anual.
Tos de las perreras:
También conocida como Tos perruna y médicamente llamada Traqueo bronquitis Infecciosa Canina. Es una enfermedad vírica y contagiosa provocada por la bacteria Bordetella Bronchiseptica, que principalmente afecta a los perros. Afecta al sistema respiratorio y garganta, causando una gran cantidad de tos seca.
No es una enfermedad grave pero hay que tratarla con respectiva medicación para así terminar con ella de manera efectiva.
Transmisión
Lo más frecuente es que la tos de las perreras se desarrolle en sitios donde habite un número importante de perros. En estos casos, controlar la enfermedad resulta mucho más difícil que cuando se trata de un caso particular y aislado.
Al igual que sucede con la gripe, esta patología se contagia por vía nasal y oral, al momento de inhalar o exhalar los agentes bacterianos y/o víricos. De esta manera, cuando un perro enfermo expulsa los gérmenes patógenos mediante las secreciones respiratorias, otro sano que se encuentre cerca de él puede obtenerlos y comenzar a desarrollar la enfermedad.
Los cachorros menores de 6 meses de vida son mucho más susceptibles de padecer esta enfermedad. Especialmente si adoptamos a un perro que ha estado expuesto a situaciones importantes de estrés, como estar encerrado en una jaula, deberemos tener un especial cuidado y estar al pendiente si presenta alguno de los síntomas que a continuación te detallamos.
Signos y síntomas
Detectar la tos de las perreras suele ser muy sencillo. Los perros que presentan este problema tosen de manera muy continua, en la mayoría de las ocasiones con una tos bastante seca, casi rasposa. Además, también pueden producir vómitos o segregación de flemas, debido a la tos excesiva que causa la enfermedad, que llega a irritar la garganta en exceso.
Si tu perro tose mucho más de lo normal, y su tos es muy seca, posiblemente esté contagiado de la tos de las perreras. Los vómitos no son a causa de problemas estomacales, sino a la propia irritación que sufre la garganta. Lleva a tu perro al veterinario en estos casos para que así le suministre el tratamiento correspondiente.
¿Cuándo debe ser vacunado?
• Primera vacunación: 6-8 semanas de edad.
• Segunda vacunación: 10-12 semanas de edad.
• Revacunación: anual.
Leptospirosis:
La leptospirosis es una enfermedad infecciosa aguda causada por un microrganismo del género Leptospira, que afecta al hombre, animales domésticos (gatos, perros, caballo, bovinos, cerdos, etcétera) roedores y animales silvestres (aves, mamíferos, peces y reptiles).
Transmisión
Esta enfermedad puede ser contagiada por contacto con otros animales infectados mediante su orina, por lo general, cuando existen abrasiones o soluciones de continuidad en la piel. Además, puede haber una transferencia venérea y placentaria, así como a través de heridas por mordedura o ingestión de tejidos infectados.
También se puede contagiar de manera indirecta por distintas vías como roer objetos contaminados con orina o tierra que presentan leptopiras. También por beber agua u orina contaminadas, lamer órganos genitales de canes infectados, alimentos o ropa contaminada.
La transmisión indirecta de este problema puede aumentar cando los factores del ambiente que favorecen la supervivencia de Leptospira son óptimos.
Signos y síntomas
Los primeros síntomas que se presentan son fiebre, deshidratación, dolor muscular, pérdida del apetito y vómitos. Dentro de uno o dos días del inicio de los primeros síntomas, la temperatura suele bajar considerablemente, la respiración se torna un poco difícil y se nota rigidez particularmente en los miembros posteriores.
¿Cuándo debe ser vacunado?
• Primera vacunación: 6-8 semanas de edad.
• Segunda vacunación: 10-12 semanas de edad.
• Revacunación: anual.
Pautas de vacunación en perros
Este calendario suele ser simplemente una orientación, debido a que su veterinario será la persona que le aconseje sobre la pauta de vacunación específica a establecer a su mascota, además, será él mismo quien mejor conocerá las circunstancias especiales en las que vive su perro y los factores que influirán en la vacunación, asimismo de realizar una exploración completa de su can.
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