San Antón y el cerdo
Nació en Egipto el año 251. A sus, más o menos, 20 años decidió vender todas sus posesiones, dio el dinero a los pobres y se retiró a vivir a una comunidad local. Más tarde empezó a adentrarse en el desierto porque le gustaba la soledad. Incluso se cuenta que había sido tentado por el demonio en más de una ocasión durante sus travesías por el desierto.
Se le considera el patrón de los animales porque le agradaban mucho y siempre los cuidaba. Normalmente se le representa acompañado de un cerdo. Esto es debido a que, según se cuenta, en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos, que estaban ciegos. Ante la mirada suplicante de la madre San Antón curó a los animalitos, desde ese día la madre no se separó de él defendiéndolo de cualquiera que se acercase a él con malas intenciones. Algunas religiones del mundo han considerado el cerdo un animal impuro, por eso se hizo costumbre representar a Antonio Abad dominando la impureza situando el cerdo a sus pies.
Pablo el Simple, que fue un decano de los anacoretas de Tebaida, cuenta que Antonio Abad fue a visitarlo y lo dirigió en la vida monástica. El cuervo que alimentaba a Pablo entregándole una hogaza de pan al día dio la bienvenida a San Antón dando dos hogazas. Cuando Pablo murió Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones y otro animales, otro motivo para considerarle el patrón de los animales. Además, también se le considera el patrón de los sepultureros.
Si queréis saber más sobre San Antón os dejamos un enlace a la wikipedia.
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