¿Cómo sabemos que nuestro perro está siendo víctima del polen?
Los síntomas comienzan a aparecer en el mes de marzo, se lamen y se rascan constantemente, incluso haciéndose rojeces y heridas en la piel. Debemos observar las zonas más sensibles como axilas, oídos, ojos y boca, que se pueden enrojecer fácilmente a causa de la reacción alérgica. Podemos llevarlos al veterinario para que le proporcione algún tratamiento y en estos casos lo mejor es prevenir, al llegar de paseo, limpiando las patitas de los restos de polen que pueden quedar y también su camita. Un ambiente limpio ayuda a evitar molestias en la mascota.