Recuerdo la primera vez que Blu se “bañó”, lo pongo entre comillas porque no fue un baño planeado. Ella nació por Junio (de hecho, en dos días celebramos su cumpleaños) por lo que durante todo el verano era un pollito poco emplumado. A finales de agosto ya volaba medias distancias pero era un poco torpona y, una de las veces, aterrizó en un vaso de agua.
No sé cual de las dos se asustó más, pero la saqué del vaso rápido y la envolví en toallas. Después, estuve informándome sobre el baño en loros y aquí os traigo lo que saqué en claro.
Hay loros que huyen del agua, siempre o en ciertos momentos. Hay loros que bucean en el lavabo. Y hay loros que se meten, se mojan lo justo y huyen.
Podéis poner un bol de agua en una mesa y dejar que sean ellos los que vayan cuando quieran, podéis comprar bañeras especiales para adaptar a las jaulas o podéis llevarles al lavabo o al fregadero y darles una ducha, es lo que yo hago.
Para los loros que no les gusta el agua, se les puede pulverizar indirectamente, evitando que se asusten.
¿Qué ventajas tiene el baño?
Ayuda en la limpieza de las plumas, retirando la suciedad.
Evita picores por sequedad.
Hay especies, como los yacos o las cacatúas, que tienen una especie de polvo sobre las plumas y el agua retira el exceso.
Hidrata la piel y mejora el aspecto de las plumas.
Refresca en épocas calurosas.
Supone una diversión para ellos. (Blu se pasa mucho rato mirándose en el tapón)
Durante la muda, ayuda a eliminar la queratina que cubre los cañones y así les resulta menos incómodo.
El baño puede ser en cualquier momento del año, de hecho, debe ser durante todo el año. Tan solo hay que tener en cuenta algunas consideraciones:
Evitar corrientes de aire mientras el baño y el secado.
No usar champús o jabones de ningún tipo.
El agua debe estar a temperatura ambiente, ni muy fría ni muy caliente.
No forzarle. Si no quiere bañarse, no le obligues. Poco a poco irá cogiéndole el gusto. Por ejemplo, Blu al principio, como tuvo el susto del vaso, estuvo muy reacia a acercarse al agua durante unas semanas.
¡AL AGUA PATOS! digo, loros