El gato Burmés proviene de Wong Mau (Birmania). En 1930 le trasladaron a Estados Unidos, y de allí a Gran Bretaña. Fue así como se empezó a diferenciar entre Burmés Americano y Burmés Europeo.
Mientras que el gato Burmés Americano recuerda a gatos de la raza Bombay (incluso comparten estándar), el gato Burmés Europeo es más parecido al Burmilla o al Tiffany.
Sean del tipo que sean, el gato Burmés tiene cuatro variedades: marrón (brown en Europa y sable en EEUU), azul (gris plateado), chocolate (chocolate con leche), y lilac (gris paloma o gris rosado pálido). Además, otros colores reconocidos en Europa son el red (rojo, melocotón), crema y tortuga.
¿Cómo es el Burmés Americano?
La característica física más importante en el Burmés Americano son los rasgos redondeados. La cabeza de estos gatos es de tamaño medio, la frente está abombada y el stop es marcado. El hocico también es redondeado, corto y ancho, al igual que el mentón y las orejas, anchas en su base y de tamaño medio. Están bien separadas e inclinadas hacia delante.El párpado tiene una zona sin pelo. Los ojos pueden ser de color oro o cobre, aunque es más común lo primero (para conseguir el color cobre hay que recurrir a cruzar al Burmés Americano con el gato Bombay).
Sus patas son medianas, al igual que sus pies. Su cola es de longitud media y extremo redondeado. Sus caderas y hombros están en la misma línea. El cuello es corto, pero bien desarrollado. En general el Burmés es un gato muy musculoso, y sus huesos son fuertes y robustos.
En cuanto al color, es de un tono sepia que se aclara en los extremos. El vientre es más claro que el resto del cuerpo. Le caracteriza el marrón oscuro.
Hay diferencia entre la forma de andar del macho y de la hembra: mientras ellas son más graciosas, y caminan como si bailaran, ellos son más bruscos.
¿Cómo es el Burmés Europeo?
También se le conoce como Burmés Inglés, ya que son los que fueron trasladados a Gran Bretaña. Mantiene el patrón sepia, pero tiene una gama más amplia de colores que el Burmés Americano.La cabeza del Burmés Europeo es triangular y corta, con la punta de la nariz y el mentón alineados verticalmente. La barbilla es profunda, y el hocico romo. Tiene los ojos bien separados, redondos y poco rasgados. Las orejas de estos gatos son de tamaño medio, y un poco redondeadas en las puntas.
Carácter del Burmés
El gato Burmés, ya sea Americano o Europeo, tiene un gran sentido del humor. Sabe hacer reír a la gente que le rodea. Además, coge confianza muy rápido con la gente, por lo que es fácil que se tumbe en tu regazo como muestra de cariño. Cuando su dueño está haciendo algo, le gusta curiosear subido y acurrucado a su hombro.Son muy juguetones, les encanta echar carreras por toda la casa, pero casi nunca rompen nada, por lo que a sus dueños no les suele importar. El Burmés es una raza ideal para una familia con niños, ya que se convierten en compañeros inseparables. Además, también son capaces de convivir con otros animales. De todas formas, el Burmés Europeo es un poco más tranquilo que el Americano.
El Burmés maúlla siempre que quiere algo, por lo que resulta sencillo entenderle. Es fácil que te le encuentres en cualquier rincón de la casa, gracias a su curiosidad y agilidad.
¿Cuándo adquirir un Burmés?
La edad ideal para llevarse a casa un gato de esta raza son los cuatro meses. Las madres son capaces de amamantarles durante meses, y es preferible que estén con ella el mayor tiempo posible.En el tipo Americano, los bebés tienen los ojos más claros hasta las seis semanas, cuando adquieren su tono definitivo. Lo mismo ocurre con el pelaje, que es de color praliné y se va oscureciendo con la edad.
En cuanto a los cuidados, ya sean de cachorros o de adultos, lo único que necesita el Burmés (sea cual sea su procedencia), es que se le cepille el pelo habitualmente.
Fuente: TodoGatos
Imágenes: Wikipedia.org, Larryosan, de Flickr.com