Artículo de L. Simón, tomado de Antena3.com
Imagen de "Tronco" cuando tenía dos meses. | Foto: antena3.com
El primer contagio del ébola en España sufrido por la auxiliar de enfermería Teresa Romero ha tenido múltiples efectos colaterales en su entorno. Los vecinos de la enferma, el personal sanitario que la atendió o cualquier persona que haya tenido contacto con Teresa en los días posteriores a su contagio vive con el miedo en el cuerpo.
Después de que la Comunidad de Madrid decidiera sacrificar a "Excálibur", el perro de la auxiliar, el miedo se instaló en el hogar de otro perro, "Tronco", un mestizo de bretón de dos años que los días previos al ingreso de Teresa jugó con "Excálibur" en un parque cercano a su vivienda. Los dueños de Tronco se pusieron en contacto con la Escuela canina Esga (Madrid) para que les ayudara a encontrar una nueva familia para su perro. Los propietarios de "Tronco", una matrimonio con hijos, decidieron dar en adopción a su mascota.
"Cuando se ponen en contacto con nosotros lo primero que intentamos es tranquilizarles, aunque no podemos asegurar que el animal no tenga ébola les explicamos que es muy improbable que el perro esté contagiado", destaca Juan Esteban, responsable de la Escuela. Los propios responsables del centro descartaron acoger al animal en sus instalaciones por precaución, para evitar generar un riesgo entre los otros perros.
Desde que la Escuela canina recibe la llamada de los dueños de "Tronco" se inician dos días frenéticos en los que la agrupación intenta buscar un nuevo dueño para el perro. Desde la Escuela aseguran que les ha costado mucho encontrar un nuevo hogar para el animal. "Al principio hubo dos personas que vía Facebook dijeron que se harían cargo de Tronco pero a la hora de la verdad se echaron atrás", conluye Esteban. Finalmente, los responsables encontraron un nuevo dueño para la mascota a través de contactos de la propia Escuela. Una familia que ya había tenido un perro que había fallecido y tenía ganas de acoger a otro decidió hacerse cargo de "Tronco".
Hasta que se encuentra al nuevo dueño los primeros propietarios mantienen al animal encerrado en una habitación. Antes de hacer la entrega del perro al nuevo dueño el veterinario que suele trabajar para la Escuela le hace a Tronco un "chequeo completo". Análisis de sangre, heces y temperatura que concluyen que el perro se encuentra en perfecto estado de salud. La única medida que se recomienda a los nuevos propietarios es que le tomen la temperatura al can durante 15 días.
"Tronco", que ahora tiene 2 años, en una imagen cuando era cachorro.
Foto: Escuela Canina Esga
La entrega de "Tronco" a su nuevo dueño se hizo en un parque cercano a su vivienda y en palabras de la Escuela canina fue "una operación digna de 007" ya que en todo momento se evitó que el adoptante conociera la identidad del primer dueño del perro. "En las redes sociales han cargado contra este hombre por abandonar a su perro y hemos querido salvaguardar su identidad en todo momento, yo soy el primer animalista pero si te ves en esta situación tienes que darle una vuelta hasta saber qué es lo que tú harías", afirma.
Desde la Escuela han querido aclarar que Tronco era un perro integrado entre sus dueños que se encontraba en muy buen estado. "Los dueños incluso se dejaron el dinero en adiestrarlo en nuestra escuela cuando el perro era un cachorro", matiza el responsable. Esteban tacha de "salvajada prehistórica" la medida de sacrificar a Excálibur. "Ayer salió el caso de EEUU, al perro lo van a poner en cuarentena, quizá si tengamos algo que aprender", concluye.
Fuente: este post proviene de Stop al maltrato animal, donde puedes consultar el contenido original.
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