Mamá se está animando a sacarme todas las tardes dos horas mínimo de paseo, para que pueda correr y desahogarme un poco para estar más tranquila. Cuando salimos de casa tengo la tendencia de irme hacia el veterinario, pues allí esta mi parque preferido, hay rincones que me puede soltar la correa y me tira la pelota. Encuentro muchos perros por el camino, pero un día de Julio encontramos una manada.
Ahora formo parte de esa manada, el perro que a mí más me gusta se llama Brown, mamá dice que es un Mil leches, porque no es de raza, pero es guapísimo, siempre me protege de los que vienen con malas pulgas. Su dueño Alfredo juega mucho con nosotros dos en especial cuando los demás dueños no quieren que sus perros recojan las pelotas o los palos, damos grandes paseos por sitios muy diferentes y me lo pasó pipa yendo al lado de Brown.
Hay tres América Stamford, la única hembra Lola, es un poco bronca y celosa, pero muchas veces tiene ella la razón y también me defiende de aquellos que molestan.
Luego tenemos a Tor, un Doberman marrón, el siempre está recogiendo piedras y cuando nos quita la pelota siempre la rompe, al menos es uno de los que siempre voy detrás de él corriendo para pillarle, Tor es un poco a trotinado, siempre se está haciendo heridas por los golpes que se da, tiene una hermana que es de otra raza una Pastora Belga mayor que Tor se llama Sinca y cuando ella coge la pelota, o la piedra o el palo Tor se pone muy impertinente persiguiéndola y no para de darle vueltas, a ella le molesta mucho, Su ama Isabel siempre le esta castigando.
También pertenecen a la manada unos cuantos Bulldog Francés, Esta Balu y Lluna son hermanastros, Balu tiene un ojito mal, pero el corre igual que nosotros detrás de la pelota a pesar de lo gordo que esta, él es de color blanco a manchas, es muy perezoso, hay días que no quiere andar y se lo levan a rastras con la correa, en cambio Lluna es negrita con su corbata blanca y es de tamaño pequeño, es muy activa y más simpática ella están friolera como yo, y siempre va presumiendo de trajecitos monísimos. Luego tenemos a Vega,
es atigrada pero un poco más pequeña de tamaño que yo y muy nerviosa hay días que a su ama no le hace caso y la tiene que castigar. Un día nos dio un buen susto, casi le da un sincope por correr mucho, ese día no se qué locura le dio por conseguir coger la pelota total que no podía respirar mamá se dio cuenta y se lo dijo a su ama, le mojaron y la tuvieron que tumbar para que se tranquilizara, pero no lo consiguieron, a si que ese día se la tuvieron que llevar al brazo a urgencias, menos mal que se recupero. Luego tenemos a Lola,
ella es como Balu pero muy alérgica, siempre tiene pupas y no para de rascarse, es muy cariñosa cuando nos vemos lo primero que hacemos es darnos un montón de besos, no suele correr es bastante independiente.
Luego está la otra Lola, la Galga de color gris, es muy flaca, pero no veas como corre, no hay forma de pillarla, cuando la veo, ya me preparo para seguirla, y todos nos ponemos a correr detrás de ella.
Uno de los amigos más raros que tengo es Ringo, un Sharpei canela, tiene una patita mal y también es un perro muy alérgico, me deja saludarlo, pero sin pasarme de alegría, enseguida me gruñe y da media vuelta.
Y por último mi rival, un cruce de Pastor se llama Dana, muchas veces viene con Brown sin sus dueños, cuando ella estar no me deja jugar con mi amigo enseguida me gruñe y como están grande, la dejo en paz, siempre estoy esperando a que llegue su ama para poder jugar con Brown, o tener paciencia a que le dé su ataque de locura que es irse a la fuente de la plaza y meterse en ella, es una observa del agua, le encanta estar mojada y se escapa siempre que pude a darse un baño.
Lo que más me gusta es cuando mamá se junta con los dueños de la manada y deciden ir a pasear a un descampado, es súper emocionante, lo primero que hacen es soltarnos y como locos empezamos a correr hasta encontrarte con olores nuevos, averiguar quién ha pasado por ahí, etc. Normalmente no pasa nada, algún gruñido de Sinca para Tor, para que la deje tranquila, o cuando Tor se lastima él solo.
También me encanta ir al río, pero allí tenemos que tener cuidado, cuando estamos sueltos, pasa la Policía. Un día que estábamos Brown, Dana y yo, metidos en la fuente recogiendo nuestras pelotas, llego la policía, nos tuvieron que atar, mamá tuvo que sacar toda mi documentación y los demás dueños, luego con un aparato nos tomaron lectura de nuestro Chip, menos mal que lo teníamos todo en regla y no nos multaron por estar sueltos, pero tuvimos que irnos de allí, fue una lástima pues nos divertíamos mucho y el regreso a los coches lo tuvimos que hacer atados.
Cuando llega mamá a casa por la tarde lo que más deseo es que me ponga la correa e irme a nuestro punto de reunión, ya se ir sólita, pues está al lado de casa muy cerquita de la Clínica veterinaria, mamá siempre me está corrigiendo la forma de pasea, porque como voy tan ansiosa a veces le tiro de la correa y a ella no le gusta nada. Cuando llego y no veo a Brown,
me voy a la esquina del parque a esperarlo, pues Alfredo siempre aparece por ese rincón y aunque haga mucho frío yo no quiero ir a casa hasta que él último no se va y me gusta mucho irme con ellos, casi siempre los acompañamos un trozo, así mi paseo dura más de dos horas y me lo paso pipa con mis amigos del Bulevar.