Nick Lamb, un chico de 13 años de la ciudad de Indianápolis (Indiana), se quitó los audífonos para acostarse y, cuando ya había conciliado el sueño, comenzó un incendio en su casa, informa "The Independent".
Su perro empezó a dar ladridos de advertencia pero Nick, sordo de nacimiento, no pudo oírlos.
Entonces, el fiel animal, en lugar de esconderse en un sitio seguro, empezó a lamer la cara de su dueño hasta que el chico despertó.
Entonces el adolescente se dio cuenta del humo, rápidamente tomó medidas y tanto él como su perro lograron salvarse.