El dato es el siguiente: la edad en la que se producen mayores abandonos comprende los 6 y 18 meses. Te preguntarás por qué, si aún los perros son cachorros y están para comérselos a besos. La respuesta es clara: es el período de la adolescencia, de la pubertad, una edad muy difícil en los humanos, pero también en los perros.
Las hormonas están disparadas, se empiezan a producir comportamientos indeseados fruto de la rebeldía del adolescente. Parece que todo lo que le enseñamos durante los primeros meses no hubiera servido de nada: de nuevo se orina en casa, se vuelve más agresivo, no hace caso a lo que se le dice, etc. Todo esto es cierto, en unos perros más que en otros pues cada perro es único, sin embargo, hay que entenderlos, reforzar todos los tips que le habíamos enseñado y esperar a que pase este periodo tormentoso. Por que pasa, ¡vaya sí pasa! Y todo vuelve a la normalidad, siempre y cuando, no desatendamos este periodo y le dediquemos el tiempo, paciencia y esfuerzo que se merece.
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Es un periodo delicado porque es en esta etapa donde tu cachorro acaba de perfilar su personalidad. Como en los humanos, las inseguridades afloran y es por eso que debemos ayudar al peludo a ganar en confianza, en eliminar sus miedos. ¿Cómo?
Evita utilizar el castigo físico y los gritos para educarle. Ignora los juegos cuando éstos sean agresivos, recuérdale con un NO las cosas que hace y que no debería, sigue recompensándole con premios para reforzar lo que sí hace bien, etc.
Permítele que interactúe y se relacione con otros perros. Esto es muy importante porque esta etapa solo pasa una vez en la vida. Si lo socializaste correctamente, que siga con la socialización, y si no lo socializaste a tiempo, no pierdas esta oportunidad para que se relacione de forma correcta con otros perros. Si hace falta, acude a clases de socialización con un adiestrador, de esta forma, lograrás tener un perro equilibrado de por vida.
Aumenta el nivel de ejercicio físico. Nada como quemar la energía de un adolescente que con actividad física. Pero, por favor, que no sea aburrida, que no sea siempre el paseo diario. Llévate la pelota, el frisbee, que te acompañe en bici, cambiad de escenario, no paseéis siempre por la misma zona, etc. Suéltalo en los sitios que se pueda y que corra libre, sin correa…
Refuerza las órdenes de obediencia básica. Son solo 5 minutos al día, y no hace falta que sea cada día, pero sí es importante no olvidar esos pequeños espacios educativos en los que tu perro y tú reforzáis la confianza mutua y la disciplina.
El lado positivo de esta etapa es que no dura tanto como la humana. Según el perro puede durar entre seis meses y un año, pero estoy segura que la disfrutarás si sigues estos consejos y sabiendo que todo esfuerzo tiene a la larga su recompensa.
Comparte este artículo para que otros propietarios no se dejen vencer por la poca paciencia, y apuesten por disfrutar de cada una de las etapas del perro, quizás la adolescencia sea la más difícil, pero tiene fin, y con eso nos debemos quedar, pero jamás, jamás, abandonemos a nuestro mejor amigo.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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