@thor_therottweiler
Las pilas están compuestas por elementos tóxicos que pueden incluso llevar a la muerte a tu perro. Los responsables son el dióxido de manganeso y el cloruro de amonio en las pilas ácidas y el hidróxido de sodio y de potasio en las pilas alcalinas que son las más comunes, que están recubiertas para protegernos de estos tóxicos. Si el perro le da por tragársela sin morderla puede fácilmente evacuarla y no tener mayor repercusión, sin embargo, si le da por morderla levantaría esa capa protectora pudiendo intoxicarse de estos químicos. ¿Cuáles son los síntomas?
Quemazón en la boca, esófago, estómago e intestinos si ha sido ingerida.
Dolor muy fuerte en boca, garganta y sistema digestivo.
Espasmos.
Vómitos.
Diarreas.
Babeo.
Insuficiencia respiratoria.
Debilidad.
Etc.Por otra parte, están las pilas de botón, las más peligrosas porque no vienen protegidas, entonces su efecto corrosivo es fatal e inmediato. Están compuestas por dióxido de manganeso y en solo 15 minutos tras haberse ingerido ya puede provocar la necrosis de la piel o mucosas en la zona del cuerpo en la que esté alojada (esófago, estómago, intestinos…).
Tanto con la ingesta de pilas ácidas o alcalinas como las de botón, la urgencia veterinaria es clave. Cuanto antes acudas al veterinario, antes podrán someterle a una endoscopia para poder extraerle la pila sin que provoque daños mayores. De lo contrario, la pila podría causar estragos en el interior de tu perro pudiendo provocarle incluso la muerte, ya que es un material altamente corrosivo.
Si sospechas que tu perro ha podido ingerir alguna pila, acude inmediatamente al veterinario. El tiempo es clave. Tras su extracción, el veterinario le dará un tratamiento para curar las úlceras y le someterá a una dieta blanda rica en fibra.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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