Para los amantes de los animales, no hay nada más divertido que salir de la gran ciudad para ir a caminar por el campo y la montaña con nuestro perro. Tanto él como nosotros agradeceremos mucho estas pequeñas escapadas rurales para disfrutar respetuosamente del entorno más natural.
Pasar una jornada campestre puede ser el mejor plan para un fin de semana aburrido, además de convertirse en un ejercicio fantástico para tu perro, que podrá correr, saltar y quemar toda la energía acumulada a lo largo de la semana. Pero es importante que, antes de salir de casa, preparemos bien todo lo que nuestro perro va a necesitar a lo largo del día, y ser previsores ante cualquier tipo de accidente.
Imprescindible en tu mochila
A la hora de hacer la bolsa para ir al campo, no debes olvidar meter lo siguiente:
Mucha agua: a ser posible lleva un recipiente para que tu perro pueda beber.
Algo de comida: puedes meter pienso en una bolsa o prepararle algo especial a modo de picnic.
Botiquín: nunca está de más ante imprevistos.
Correa: aunque le dejes suelto, a veces es necesaria.
Toallas: si vais cerca de un río, la necesitará.
¡Juguetes! Pelotas, cuerdas, un kong... lo que más le guste.
Si tu perro es proclive a sufrir alguna alergia cuanto entra contacto con determinadas plantas, puedes llevar también antihistamínicos, siempre y cuando te los haya recetado su veterinario previamente. A la hora de meterle en el coche, recuerda que es obligatorio llevar una malla de separación entre las plazas traseras y delanteras, a menos que el perro sea pequeño y pueda ir dentro de un transportín.
¿Cuándo puedo llevarle al campo?
A lo largo de la vida del animal, cualquier momento es bueno para llevarle a disfrutar de la naturaleza con nosotros. Germán Quintana, veterinario de la Clínica A Marosa, recomienda "que durante los primeros meses de vida del animal, éste entre en contacto con el mayor número posible de personas, perros y otros animales para permitir un desarrollo óptimo y evitar futuros problemas de comportamiento". Eso sí, siempre y cuando el animal esté correctamente desparasitado y lleve al día sus vacunas. También es importante que el animal esté acostumbrado a aceptar órdenes básicas, especialmente aquellas que le obligan a permanecer quieto o a regresar con nosotros después de llamarle. Si nuestro perro todavía no sabe acatarlas, podemos utilizar una cuerda larga para llevarle atado pero dejándole cierta libertad, y poner en práctica estas órdenes con paciencia. Si quieres avanzar más rápido, llévate un silbato y un paquete de salchichas cortadas para dárselas a modo de premio cada vez que responda positivamente.
Cuando el perro responda a nuestras ordenes, lo más lógico es que le llevemos suelto para que tenga una total libertad de movimientos. Pero debemos tener cuidado cuando atravesemos cotos de caza y fincas privadas, ya que sus dueños pueden llamarnos la atención o confundir al perro con otro animal durante la cacería y dispararle accidentalmente. Lo más recomendable es atravesar este tipo de fincas con el perro atado.
Alergias y accidentes
Los perros, al igual que nosotros, pueden sufrir una reacción alérgica ante cualquier tipo de planta o sustancia presente en la naturaleza. Fausto Andrés, médico veterinario de Centros Nexo, aconseja evitar zonas con "ortigas, determinados ficus y umbelíferas", ya que pueden producir "desde urticaria hasta alergias locales o generales".Si vemos que nuestro perro presenta zonas irritadas en la piel o cerca de la boca, podemos lavar la zona con agua y vinagre para calmarle el picor, aunque si el problema se agrava es conveniente llamar a nuestro veterinario.
Cuando nuestro perro disfruta de su libertad en plena naturaleza, se pasa el día corriendo, saltando, metiéndose en recovecos imposibles, nadando en ríos y haciendo un montón de cosas con las que lo pasará en grande. A veces, tanta excitación puede causarle alguna lesión al golpearse contra algo o sufrir una caída.
Por eso, ten siempre a mano el teléfono móvil y un número de contacto del veterinario de urgencia, ya que, si el perro es demasiado grande y estás solo, quizás te sea imposible moverle debido a su peso. En caso de sufrir una rotura, ten mucho cuidado al tocarle porque puede intentar morderte a causa del dolor y los nervios.
¿Por qué no aprovechas el fin de semana y te escapas con tu perro a disfrutar de la naturaleza? Es un plan económico, sano y encima será más feliz que en ningún otro sitio. Si, además, va acompañado de amigos peludos, la diversión se multiplicará por dos.
Agradecimentos: Fausto Andrés, médico veterinario de Centros Nexo, y Germán Quintana, veterinario de la Clínica A Marosa.