Cabe recalcar que es importante que la socialización no termine en la etapa de cachorro. Mientras que la base para un buen comportamiento se presenta durante los primeros meses, el dueño debe alentar y reforzar las habilidades sociales y la capacidad de respuesta a los comandos que se le enseñen a lo largo de toda la vida del perro.
Socializar desde cachorro
Un perro inicia a socializar desde su nacimiento al tener su primer contacto con su madre y sus hermanos de camada. Es por ello que muchos especialistas recomiendan separar a los perros de su madre hasta después de los dos meses de vida.
En los primeros tres meses de vida los perros pasan por un momento crítico donde se crearan las bases para su socialización, por lo que es importante que se relacione con el mayor número de personas y diferentes animales, incluidos otros perros.
Citas con otros perros
Al igual que un niño, los cachorros necesitan compañeros de juego para crecer sanos y con buena actitud. La forma más fácil para iniciar la socialización del cachorro es encontrar un amigo o familiar que tenga un perro sociable con el que se puedan juntar a pasar un rato.
Buscar amigos en las veterinarias
Muchos dueños de perros pasan por las veterinarias para comprar alimento o para que su perro sea atendido. Si no se tiene amigos con perros, se puede acudir a estos lugares y preguntar si alguien más está buscando un compañero de juego para su perro, o incluso dejar anuncios.
Encuentros en los parques
Otra técnica es llevar al perro al parque. Aquí es importante que al acercarse a un perro hay que preguntar al dueño si es tranquilo o está acostumbrado a socializar con otros perros, pues no queremos que terminen peleando entre ellos.
Los perros que andan sin correa en los parques suelen ser los que están mejor educados y acostumbrados a socializar, pero como nuestro perro aún no está acostumbrado, es importante tomar precauciones.
Educación profesional
Cuando un perro adulto no está acostumbrado a socializar, puede que cause muchos dolores de cabeza, pues no cuenta con las bases sociables. Si notamos que es muy difícil llevarlo a pasear porque es muy tímido o muy agresivo, tal vez lo mejor sea llevarlo a un centro donde profesionales puedan ayudar con la educación.
Normalmente estos centros tienen otros perros a los que están educando y con los que nuestro perro podrá socializar bajo el cuidado de profesionales que sabrán cómo actuar ante cualquier actitud negativa que presente el perro, e ir cambiando esa actitud por una más positiva.