Una de las ventajas de esta raza es que sus tres variedades ayudan al futuro propietario del schnauzer a elegir una de ellas según las necesidades que tenga como dueño y, sobre todo, el espacio disponible, la posibilidad de ejercicio y la disponibilidad alimenticia de cara al perro. No conlleva el mismo gasto tener un schnauzer gigante, que tener un miniatura e, igualmente, éste último no encajará si lo que buscamos es un perro de guarda.
Orígenes y reconocimiento
Durante los siglos XVI y XV, se realizaron pinturas que retrataban al prototipo de la raza por aquellos tiempos. Este primitivo schnauzer se extendería desde Francia hasta Inglaterra y Alemania entre otros países europeos. Hasta principios del siglo XX, no desembarcaría en Estados Unidos. Se le tuvo gran estima ya que, por su gran fortaleza, era empleado para acompañar a los caballos.En el siglo XVII existe ya constancia de su utilización de cara a la defensa.
En el decimonónico de las tierras teutonas es donde debemos buscar las auténticas raíces del actual schnauzer mediano, pero todavía transcurrirían algunos años hasta que fueran reconocidos oficialmente, concretamente, hasta la fundación del Pinscher Schnauzer Klub (PSK). En esos momentos, la representación que se tenía de esta raza distaba bastante con la que poseemos actualmente, puesto que se partió del pinscher.
A través de la selección se consiguieron cuatro tipos: los de pelo largo (affen-pinscher), los de pelo corto (gratthaar-pinscher), los de pelo sedoso (seiden-pinscher) y los de pelo duro (rauhhaarige-pinscher). Precisamente, éstos últimos son los que por su particular hocico y barba, se llamaron schnauzer.
El apelativo ‘schnauzer’ también ha sido objeto de controversia, ya que cierta documentación escrita datada en 1842, otorga ya a este pinscher alemán su nuevo nombre. Ocho años después del registro de este dato, en 1850, el schnauzer sería aceptado finalmente, convirtiéndose el de tamaño mediano en el representante de los otros dos, el gigante y el enano o miniatura.
Variedades y colores
Durante una exposición canina celebrada en Munich en 1909, tuvo lugar la presentación por primera vez del schnauzer gigante. Apodado desde entonces schnauzer de Munich por el nombre de la ciudad donde alcanzó el éxito. Se admite como origen de su gran altura el cruce con perros de caza. Otros sobrenombres del más grande los schnauzers fueron ‘oso’ o ‘ruso’.Este tipo de schnauzer estuvo a punto de desaparecer puesto que se utilizó mucho durante los episodios bélicos mundiales que sacudieron Europa. La gran labor de los criadores evitó que se perdiera la estela del gigante ‘sal y pimienta’, la variante más maltratada.
Por su parte, el encantador schnauzer enano entra en escena en 1890. Esta miniatura es fruto del cruce de schnauzers de baja talla. Pronto se ganaría un lugar dentro de los perros de compañía preferidos por los amantes de las mascotas.
En cuanto a los colores del manto, la segunda década del siglo XX, vino a reconocer únicamente a los schnauzer ‘sal y pimienta’ y al negro, resultando las variedades blanco por un lado y negro y plata por otro, más tardías en los miniatura; alrededor de los 60.
Ciertas mutaciones genéticas con los ‘sal y pimienta’ permitieron alcanzar el blanco, si bien, también surgieron ejemplares blancos por medio de schnauzers negros. Este color tan peculiar no fue reconocido por el PSK hasta 1968, sin embargo, la variedad que lo tuvo peor fue la negro y plata, reconocida en 1976 porque hasta entonces estaba conceptualizada como un defecto del ‘sal y pimienta’.
Robusto y compacto
Poseen una silueta cuadrada y robusta, además de compacta. La talla o alzada a la cruz del mediano va de los 45 a los 50 cm. mientras que los gigantes se mueven entre los 60 y 70 cm. y los enanos entre los 30 y los 35 cm. La cabeza también es robusta y larga en proporción al cuerpo. Es deseable que la longitud de la misma predomine sobre la anchura.El conjunto de la cabeza debe apoyar su forma rectangular en la presencia indispensable de la barba. El stop es acusado y está marcado entre ceja y ceja presentando a su vez un hocico en forma de cuña. La trufa o nariz es redonda y oscura, mientras que los ojos serán oscuros y ovalados con párpados pegados. Por su parte la dentadura deberá cerrar en tijera.
El pelo de schnauzer es duro, espeso, áspero y fuerte. Se mueve alegremente coordinando todo el cuerpo.
Las orejas del schnauzer son, como en todos los perros con tradición de orejas cortadas, un tema polémico. A finales del siglo XX fue perdiéndose la costumbre de presentar ejemplares con orejas cortadas y enhiestas. La Federación Cinológica Internacional admite ambas modalidades en las exposiciones pero cada una de ella debe cumplir unos requisitos para no penalizar. Las cortadas deben ser simétricas y lucir erectas mientras que las caídas lo harán describiendo un triángulo con punta redondeada y sin caer al frente.
En cuanto al cuello, éste no debe ser ni corto ni grueso pero con la nuca fuerte. Para que aporte al can una nota de elegancia, el cuello será más ancho en la base tratando de resultar homogéneo con toda la morfología del schnauzer. Las extremidades traseras serán musculadas y robustas, mientras que las delanteras presentarán aplomos rectos y músculos desarrollados.
Los pies serán cortos y redondos con dedos arqueados y juntos rematados por unas uñas oscuras y unas palmas resistentes. La cola debe llevarla levantada y podrá cortarse hasta la tercera falange en las primeras semanas del cachorro. Al igual que con las orejas sin cortar, se están extendiendo los ejemplares de cola larga.
Inteligente, cariñoso y vigilante
La capacidad de adaptación al ser humano del schnauzer es algo totalmente patente. Su versatilidad depende del tamaño del mismo, siendo mucho mejor como compañía el enano y como guarda y defensa el gigante, resultando el mediano ideal para ambas competencias. Derrocha grandes dosis de inteligencia y su dueño y él se vuelven totalmente cómplices en poco tiempo. También le definen rasgos como su velocidad, su pose tranquila y respetuosa, su fuerza y su gran resistencia a las enfermedades y a los diferentes tipos de clima.Aquellos que comparten su vida con un schnauzer saben del afecto que les tienen sus perros y de su fuerte carácter, rasgo muy apreciado si concebimos al schnauzer como perro de guarda. Presta atención a todos los detalles poniendo de manifiesto su afición a la vigilancia, aspecto que pondrá en práctica a la hora de cuidar de los niños. Su brillante inteligencia y sus muestras de cariño nos proporcionarán grandes dosis de juego.
Su instinto protector de cara al dueño y a la gente que le rodea frecuentemente, ha sido confundido con una supuesta agresividad. Nada más lejos de la realidad y del comportamiento de cualquier perro que se desarrolle en un ambiente favorable.
Cuando un perro no goza de las condiciones adecuadas además de recibir dosis de cariño, puede volverse algo violento. Igualmente, el aspecto genético, también les marca. Nunca se encarará con el dueño ni con los cachorros, pero si con otros perros adultos, no obstante, si tiene que convivir con otras raza, se acostumbrará rápido.
Respecto a las variedades de schnauzer, hay que admitir que la experiencia ha marcado diferencias tanto entre tamaños como entre colores. Los miniaturas son más cariñosos y fieles, además, la comida les pierde. En cuanto a los colores, señalar que el negro mediano y miniatura es más alegre y juguetón mientras que el ‘sal y pimienta’, en estas dos variedades de tamaño, es más independiente y desconfiado frente a desconocidos.
Documentación escrita y gráfica: Davolvoreta.com