@thebarkhaus
¿Por qué y cuándo se lleva a cabo? El periodo de sensibilidad social se inicia a las 3 semanas de vida del perro cuando aún está con su madre y hermanos y finaliza hacia las 12 semanas de edad. Es a partir de las 3 semanas cuando el cachorro se anima a abandonar la paridera y empiezan los primeros descubrimientos por cuenta propia y los primeros juegos con sus hermanos y madre. Gracias a estos juegos los cachorros aprenderán a comunicarse entre ellos y la madre educará a sus cachorros mediante gruñidos y los cachorros mediante la imitación.
Cuando el cachorro, en general, pasa a formar parte de una familia humana y abandona su madre y hermanos, hacia los 2 meses de edad, de alguna manera se ve coartada esa relación social con los de su misma especie. Si, además, sigues las indicaciones del veterinario de no sacar nunca al perro a la calle hasta que todas las vacunas estén puestas, se coarta completamente este periodo de sensibilidad social. El propietario puede hacer dos cosas:
Hacer caso al veterinario y no sacar al cachorro hasta que todas las vacunas estén puestas.
Ignorar al veterinario y socializar al perro con sumo cuidado. ¿Qué pasa si tomamos una u otra decisión?
Si hacemos caso al veterinario: el calendario de vacunaciones de un cachorro suele durar hasta que éste cumple los 4 meses. Para entonces el periodo de sensibilidad social ya ha pasado y si el perro no ha socializado con otras personas, será un perro desconfiado con los desconocidos, si no lo ha hecho con otros perros, será un perro temeroso e incluso agresivo que tenderá a ladrar a otros perros cuando se los cruce por la calle. Tampoco podemos poner la excusa de que el cachorro ya vive con otros perros, porque de lo que se trata es de que el cachorro se habitúe a relacionarse con cualquier tipo de perro durante este periodo, no solo con los que viven en casa porque la correcta socialización no se llevará a cabo.
Si no hacemos caso al veterinario: si, por el contrario, vamos con sumo cuidado de relacionarlo solo con perros que estén vacunados, nunca con perros callejeros, vigilamos que no coma ni lama nada del suelo, etc. conseguiremos que el perro se habitúe a cualquier tipo de perro, eso sí, siempre que lo hagamos con perros equilibrados, es decir, evita perros agresivos que puedan causarle un “trauma” y al final sea peor el remedio que la enfermedad. Un buen ejemplo de una buena socialización lo encontramos en Uma.
Socializar a un perro no significa relacionarlo siempre con los mismos perros. Intenta socializarlo con perros de todas las razas, tamaños y edades, de esta forma, cuando ya haya cumplido los 4 meses, la habituación será tal que los paseos serán tranquilos y armoniosos.
Pero ojo, me he centrado al hablar sobre la socialización con perros porque a la larga es de lo que más se quejan los propietarios: “mi perro siempre ladra a otros perros cuando paseamos”, “mi perro tiene miedo de cualquier perro”, “no me atrevo a salir a la calle con mi perro porque me hace pasar vergüenza con su actitud”, etc. Pero, cuando hablo de socialización, me refiero a habituarlo a todo lo que le rodea, a su convivencia en la sociedad: perros, personas, otros animales, ruidos, sonidos, etc. a los que habitualmente deberá hacer frente en su día a día.
Solo ofreciendo a tu perro una buena socialización en ese periodo tan sensible socialmente hablando, conseguirás que cuando sea adulto sea un perro equilibrado, confiado y seguro con su entorno, evitando comportamientos de miedo o de agresividad derivados de ese aislamiento al que se le ha obligado a tener, muchas veces, por falta de conocimiento sobre este periodo tan importante en su vida.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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