En este artículo pretendo tratar el tema de la atención de los perros hacia sus dueños en cuanto pisan la calle. Es muy común ver a perros que no muestran ningún interés por sus propietarios cuando salen de casa, aunque dentro son el modelo de la obediencia y sólo pueden pensar en estar junto a sus amos; salen a la calle y no paran de vagabundear, ignorar a sus dueños, tirar de las correas, olerlo todo, buscarlo todo.
¿Cuál es el motivo por el que se pierde la atención de los perros? Bueno, la verdad es que al encontrarse ahí fuera un mundo nuevo se abre ante los ojos del perro: nuevos olores, colores, objetos, tal vez perros u animales.
Todo le atrae, y le resulta más atractivo, más llamativo y divertido olisquear cada flor, cada árbol, cada farola y cada esquina que haciendo caso a su dueño por más que éste lo llame de todas las maneras posibles. ¡Hay un mundo nuevo por explorar! ¿Qué puede ser mejor que eso para distraer la atención de los perros?
¿Y qué origina esta conducta que a las personas no vuelve loca? Verás, hay una etapa muy temprana en la infancia de un perro, llamada “imprimación”. Este es el periodo perfecto para que el cachorro se sociabilice: toma contacto con todo tipo de lugares, suelos, animales, personas, olores, ruidos,…Pero el problema viene cuando esta exploración se convierte en el mayor placer que obtienen los perros, en especial durante los paseos, de manera que se convierte en una ansiada costumbre.
Si aún no tienes este problema, ¡bien! Es el mejor momento para usar la prevención antes de que sea tarde. Debes ser la fuente de todos los placeres para tu perro: tienes que jugar con él, durante los paseos y en cualquier otro momento, recompensarlo por prestarte atención. Si él va a buscar un olor nuevo tú te alejas para que te busque, y lo premias cuando vuelve contigo. Siempre estará esperando que lo recompenses con tu amor y tu cariño.
Pero hay que admitir algo…Y es que si tu perro ya tiene este problema, hay poco que puedas hacer. Aunque no soy muy dado a decir esto, recomiendo acudir a un profesional, porque los “perros aspiradora” que ya tienen como instinto primario ir corriendo a por todos los nuevos olores que encuentren son difíciles de dominar…No obstante también puedes intentarlo tú, ¡desde luego! Prueba a llevarlo con la correa y detenerte cada vez que tu perro vaya a olisquear algo; no te muevas ni un ápice, y cuando vuelva a tu lado dale una golosina o unas caricias, que sepa que eso es lo adecuado. Es muy probable que su comportamiento se vaya moldeando por las recompensas, ¡y dejaría de ignorarte en la calle!
Por Marcos Mendoza, adiestrador canino.