Los conejos agresivos pueden ser aterradores. Estos animales muerden fuerte, patean duro, y se mueven rápido. Así que no es raro que los dueños se sientan intimidados. Así que antes de acercarte a un conejo que muestra agresión, debes comprender los siguientes principios:
1) Los conejos no nacen malos.
Noventa y nueve por ciento de los conejos agresivos tienen un problema de comportamiento, no uno genético. El comportamiento se puede cambiar, así que dale a tu conejito una oportunidad. El mayor cambio de comportamiento sucede a los 4 meses, y este es el momento de visitar al veterinario para hablar de la esterilización.
Hay muy pocas posibilidades de tener un conejo tranquilo después de los 4 meses de edad si no se esterilizan. Piensa en el adolescente humano. Tu conejo está creciendo, las hormonas están en control, y tu conejo está cambiando.
2) Tu conejo no te odia.
Puede haber una pequeña posibilidad de que tu conejo tenga una aversión particular a una persona. Más probable es que tenga miedo de que le hagas daño.
3) Tú eres el único que puede resolver el problema.
Tu conejo no se despertará un día y dirá: “tal vez debería ser más agradable con mi dueño”. Son los humanos los que tienen que averiguar qué está mal e iniciar nuevas formas de interactuar.
4) Nunca debes golpear a un conejo.
Algunas personas tratan de “enseñar” a sus conejos a no morder golpeando la nariz o incluso golpeándolos con periódicos. Esto sólo agravará el problema diez veces. Tus manos deben ser vistas sólo como una fuente de afecto, comida y caricias. Nunca, y debo repetir, NUNCA golpees tu conejo porque te muerda. Él / ella nunca olvidará, y esto hará las cosas mucho peor.
Necesitas hacerle entender a tu conejo que su ambiente es seguro y que estás allí para ayudar. Si puedes aprender a no reaccionar cuando salta o ataca, eso le enseñará a tu conejo, “Oye, esto no funciona.” Usar un sonido agudo le hará saber que duele, de esta manera los conejos se dicen entre sí que algo duele. Pasa tanto tiempo como puedas, acariciando a tu conejo desde la parte superior de la cabeza hacia atrás, lentamente.
5 Causas Comunes de la Agresión en los Conejos
Siempre hay una buena razón por la que un conejo mostrará agresión o mal comportamiento. Es beneficioso para tanto para ti como para tu conejo hacer frente a cualquier agresión tan pronto como aparezca. El tratamiento de la agresión en los conejos debe tomarse sistemáticamente, empezando por entender por qué podría estar allí en primer lugar. Las causas más comunes de la agresión en los conejos son:
1.- Estrés
El estrés es aquello que interfiere con el movimiento espontáneo del flujo de la naturaleza a medida que pasa por el cuerpo. Los estudios demuestran que cualquier cosa que se entrometa en procesos biológicos y naturales manifestará formas de enfermedades relacionadas con el estrés.
Hay muchas razones por las cuales un conejo puede sentir estrés:
Un entorno inseguro
Predadores
Temperaturas difíciles
Falta de espacio
Ejercicio insuficiente
Dejarlo solo
Estar separado de un compañero
Aprender a estar con otro conejo
Cambio de Cualquier Clase Los instintos ancestrales obligan a los conejos a ocultar su dolor. Por esto el estrés se manifestará como una enfermedad que puede ser fatal para los conejos en muchos casos. La agresión de la frustración acumulada nos llega a todos y es muy común con los conejos que pasan todo el día solos. Estar privado de amor y afecto afecta a todos los seres vivos y los conejos no son una excepción.
Donde hay cualquier dificultad o infelicidad de cualquier clase, las emociones crearán un desequilibrio. En algunos casos, la falta de “amor” provoca más estrés, enfermedad y adversidad.
2.- Enfermedades o Heridas
Un conejo enfermo o lesionado no mostrará signos de debilidad. Este es un rasgo de supervivencia heredado de sus antepasados silvestres. Pero si tiene los dientes demasiado grandes, un absceso oculto, una infección de la vejiga, problemas digestivos, etc. Esto podría afectar el comportamiento de tu conejo.
Básicamente te está diciendo “No me siento muy bien en este momento, déjame solo y no me toques!”
Solución:
Revisa a tu conejo para verificar que no tiene alguna herida visible u oculta en el pelaje.
Llévalo a una consulta con el veterinario para descartar la presencia de alguna enfermedad que pueda causarle incomodidad. 3.- Problemas con alguno de sus sentidos
Los conejos también atacan cuando uno de sus sentidos no está funcionando como debería. La vista y la audición son los dos principales sentidos en los que confían los conejos.
El deterioro de la audición o la visión los hará más fáciles de asustar. Estarán nerviosos y más propensos a atacar cuando una aparentemente inesperada interacción tiene lugar.
Solución:
Haz un chequeo de salud de tu conejo y un cambio en la forma de interactuar con ellos en el futuro. Reduce todos los movimientos y siempre pre-advierte cualquier movimiento con una voz suave y confiada.
Los conejos con problemas de audición deben ser abordados desde el frente.
4.- Madurez Sexual y Comportamiento Territorial
Los conejos machos alcanzan la madurez sexual entre los 3 y 9 meses. Las hembras maduran un poco más tarde alrededor de los 5 a 6 meses. Y algunas razas más grandes toman unos meses por encima de estas edades.
La madurez sexual provocará un cambio completo en el comportamiento, más aún en las hembras. Esto puede convertir a un conejo bebé amistoso en un adolescente agresivo, malhumorado e impredecible.
Los conejos machos son menos propensos a dirigir su agresión hormonal hacia nosotros, sólo hacia otros conejos. Las hembras, por otro lado, son mucho más impredecibles.
Los recién llegados de cualquier especie sufrirán el peso del comportamiento territorial. La demostración agresiva de la dominación se presentará en un grupo doméstico, tan viciosamente como lo haría en la naturaleza.
Soluciones:
Lavarse las manos entre el manejo de diferentes conejos ya que el olor de otro conejo puede desencadenar un ataque.
La castración o esterilización minimizará cualquier brote de agresión.
Evita el comportamiento territorial limitando situaciones que llevarían a un conejo a defenderse instintivamente o a su casa, cama o área de ejercicio.
Movimientos súbitos, agarrar o perseguir son considerados como acciones de agresión por tu conejo. A menos que se detenga, tu conejo nunca confiará en ti y la hostilidad puede continuar o empeorar. 5.- Comportamiento aprendido o Hábito
Por lo general, si se han explorado y descartado todas las demás razones y aún persiste la agresión en los conejos, el problema se reduce al “comportamiento aprendido” o al “hábito”.
Los conejos son criaturas de hábito, tener la misma rutina diaria lo hace seguro y predecible. Ellos saben qué esperar y cuándo. Cualquier pequeño cambio hará que los conejos se sientan infelices, vulnerables y amenazados.
Ellos te harán saber esto, con la misma regularidad como pasa lo que sea que los está molestando. Este ciclo constante de comportamiento no controlado se repite hasta que se convierte en un hábito. A menudo la fuente del problema inicial se va, pero la reacción a ella se ha convertido un mal hábito.
Estar amargado, no comer o beber, depresión, frustración, molestia, etc, son todos los signos que conducen a malos hábitos de comportamiento como la agresión en los conejos.
Soluciones:
Tu conejo necesita aprender que la agresión no resuelve las situaciones difíciles. Y que una acción alternativa conseguiría un resultado mejor.
Cualquier cambio en el comportamiento debe ser tratado inmediatamente.
Sigue siempre una rutina, tanto como sea posible. Enséñale a tus conejos lo que esperas de ellos en ciertos momentos del día. Por ejemplo hacer ejercicio, alimentarse, asearse y el tiempo de descanso.
Asegúrate de que las necesidades de ejercicio y estimulación se han cumplido diariamente.
Asegúrate de que pueden moverse tan libremente como sea posible entre dormir, comer, ir al baño, jugar y hacer ejercicio, sin tu intervención. Te decimos lo que debes saber acerca del Comportamiento de los Conejos
La agresión en los conejos no es tan inusual como muchos piensan. Sin embargo, siempre hay una buena razón para ella. Conocerla es el primer paso para solucionar este problema de comportamiento en tu mascota.