Nombre científico: Stichodactyla mertensii
Nombre común: Anémona alfombra de Mertens, Anémona de mar
Tamaño del acuario: 400 litros
Temperamento: Tranquilo
Temperatura: Entre 26º y 27º
pH: Superior a 8
Dieta: Carnivora
Longitud: Entre 30 a 45 centímetros de diámetro
Características
La anémona alfombra de Mertens o Stichodactyla mentensii, es una anémona de mar. Antiguamente también recibía el nombre de Giganteum Stoichactus.
Esta variedad de anémonas, es de las que tienen una relación mutualista con otros animales, en este caso concreto con varios peces de la especie payaso, algunas damisela, camarones y también hospeda a cangrejos porcelana.
A pesar de que la anémona segrega sustancias urticantes y venenosas para otras especies, los peces payaso no son afectados por ellas, y tienen una relación de convivencia, en la que la anémona mantiene alejados a los posibles predadores de los peces payaso y ellos a su vez, mantienen limpia la anémona, incluso se comen aquellos tentáculos que mueren.
Morfología
La anémona alfombra de Mertens, está entre las anémonas más grandes. Puede medir entre 1 metro y metro y medio.
El cuerpo de la anémona es de forma cilíndrica, con un extremo basal que funciona como pie, y su extremo apical es ondulado (nunca plano) y en el centro se encuentra la boca de la anémona.
Los tentáculos romos no son pegajosos, mientras que las verrugas debajo de la anémona, si lo son, y le ayudan a mantenerse adheridas al sustrato.
Los tentáculos tienen un tamaño uniforme, de entre uno y dos centímetros, y están provistos de neurotoxinas paralizantes, que utiliza como un mecanismo para evitar ser atacada por predadores, pero también como auxiliar a su sistema gástrico, ya que al inmovilizar a algunas de sus presas, le es más fácil ingerirlas.
Adoptan diferentes formas y variedades cromáticas, dependiendo del mar de origen. En el color más habitual, los tentáculos son de color amarillo o verde, y la columna es de color marrón claro.
Distribución y hábitat
Las anémonas Stichodactyla mertensii se pueden encontrar en los océanos Índico y Pacífico, éste de África, Indonesia, islas Ryukyu en Japón y en Australia, en la Gran Barrera de Coral.
Su entorno natural comprende profundidades entre 1 y 30 metros de corrientes moderadas, con fondo rocoso y/o sustratos duros, donde poder adherirse con facilidad.
Condiciones del acuario
Debido a su gran tamaño, necesitan un acuario de al menos 400 litros. La temperatura se debe mantener entre 26º y 27º, con un pH superior a 8 y una densidad de 1.025.
No son especies sencillas de mantener, se recomienda que el acuario lleve funcionando al menos 12 meses, con una iluminación alta.
Dieta
En el hábitat natural, las anémonas se alimentan de zooplancton, y peces que capturan con sus tentáculos.
Además contienen algas simbióticas, llamadas zooxantelas, que al realizar la fotosíntesis (por eso necesitan una fuerte iluminación), producen oxígeno y azúcares que también son aprovechados por la anémona.
En el acuario, se alimentan sobre todo de preparados especiales, a base de gambas y carne de pescado.
Comportamiento y compatibilidad
Evidentemente, la anémona alfombra de Mertens no tiene ningún problema con otros peces, salvo aquellos que puedan ser muy pequeños y acaben siendo parte de su dieta.
Hay que evitar los peces que puedan atacarla, como los peces ángel y algunos otros lábridos. Y por supuesto, se lleva genial con el pez payaso o con las damiselas.
Reproducción
Las anémonas se pueden reproducir de dos formas, bien por división, en este caso el animal se divide por la mitad de su boca y se generan dos ejemplares idénticos o mediante glándulas sexuales, que en el acuario resulta más difícil.
En este caso, el ejemplar se encuentra con otro del sexo opuesto. Se genera una plánula ciliada, que desarrollará un disco pedal y se convertirá en una nueva anémona.
Consejos
Aunque en el acuario se supone que no crece más allá de los 30 a 45 centímetros, puede darse el caso de que crezcan mucho más.
Es necesario proporcionales un acuario de tamaño correcto, para que puedan desarrollarse adecuadamente.
Hay que evitar los tratamientos con sulfato de cobre, porque resultan mortales para las anémonas.
También hay que prestar especial atención a las variaciones de presión osmótica. Un cambio demasiado brusco de la densidad del agua, podría provocar su muerte.