Animales de apoyo emocional: su relevancia para la salud mental

Los animales de apoyo emocional se han convertido, gracias a las comprobaciones que se han realizado en distintos estudios relativos al papel de las mascotas, en piezas clave para mejorar el estado de salud mental de las personas con las que comparten momentos y espacios.

En este post nos centramos en los animales de apoyo emocional, en su relevancia para mejorar el estado de muchas personas que no pasan un buen momento y que consiguen recuperarse con la simple compañía de un animal.

Qué son los animales de apoyo emocional

Los animales de apoyo emocional son aquellos que fomentan distintas actividades junto a las personas que necesitan ayuda psicológica para volver a disfrutar de una plenitud emocional, desde animar al ejercicio físico (con las grandes propiedades que ello supone para la satisfacción personal) hasta, simplemente, hacer compañía.

Estas actividades están destinadas, especialmente, a personas con algún problema mental o emocional (problemas de autismo, depresión, ansiedad, soledad, ciertas fobias, etc.), para quienes la presencia de una mascota es muy importante para sobrellevar su día a día y enfrentarse a todos aquellos retos que complican disfrutar de una plena calidad de vida.

No obstante, es conveniente señalar que la compañía de los animales de apoyo emocional debe ser sugerida por un profesional de la salud mental, ya sea un psicólogo, un psiquiatra o un terapeuta.

Aunque lo más simbólico para representar la labor de los animales de apoyo emocional sean los perros, también sirven para este cometido otras especies, como los gatos o los hurones, entre otras muchas posibilidades. 

Diferencias con los animales de servicio

No conviene confundir con los animales de servicio, los cuales son entrenados para realizar una labor concreta relacionada con el problema de la persona en cuestión, mientras que los de apoyo emocional no reciben instrucciones, sino que prestan su ayuda de manera instintiva.

Dentro de los animales de servicio, se incluyen los conocidos como “perros guía” y este colectivo requiere una serie de permisos y licencias específicas. Por ejemplo, estos recursos para personas con discapacidad visual pueden acceder a cualquier recinto que permite la entrada al público, algo imposible para los animales de apoyo emocional.

Distintos colectivos se han manifestado ya para cambiar las cosas y que se permita la entrada a los animales de apoyo emocional en hoteles, aviones u otros lugares en los que puedan necesitar su asistencia.

Diferencias con las terapias asistidas con mascotas

Este cometido es muy diferente al de las terapias asistidas con mascotas, que están cada vez más a la orden del día, extendiéndose en diferentes ámbitos para disfrutar de grandes propiedades en escenarios tales como la vejez, una lesión cerebral o alcoholismo, entre otras muchas posibilidades. 

No obstante, ambas situaciones coinciden en la búsqueda de un mejor estado de salud y de calidad de vida.

Beneficios de tener animales de apoyo emocional 

Si tienes algún problema como los mencionados anteriormente o conoces a alguien en esta situación, valora las siguientes propiedades de los animales como medio para mejorar en salud mental.

Fin al sentimiento de soledad

Una de las grandes bazas de la compañía de un animal es que evitan la sensación de desamparo y soledad, haciendo que la persona se sienta más segura de sí misma.

La depresión causada por la soledad es otro de los problemas que combate la presencia de un animal de compañía, ya que así se estimula el contacto físico y la comunicación entre ambas partes.

Alivia la depresión

Las personas diagnosticadas con depresión también pueden recurrir a los animales de apoyo emocional, en esos momentos en los que, en este estado, no se tiene deseo ni intención de relacionarse con el entorno; con la compañía de una mascota, estas personas tienen un motivo más para levantarse y afrontar el día a día con mayor autoconfianza e ilusión.

Al ser consciente de que debe dar de comer a su fiel compañero, la persona que sufre depresión sabe que tiene que olvidarse de sus nulos deseos por hacer nada, así como para sacarle a la calle o prestarle las atenciones necesarias.

Además, esta persona puede desahogarse en cualquier momento con el animal, hablando con él como si de otro ser humano se tratara.

Incrementa la sensación de felicidad

Como consecuencia de los anteriores puntos, la persona que sufre problemas personales puede experimentar un considerable aumento en sus niveles de felicidad, superando poco a poco esos impedimentos gracias a la liberación de mayores índices de oxitocina, serotonina y dopamina, a la vez que se reduce el cortisol. Todo esto supone un gran avance para tumbar los niveles de estrés siendo así una gran barrera contra la depresión.

Reduce el estrés

Diversos estudios han concluido que el hecho de tener un animal de compañía, mostrando constantemente la cercanía propia de estas mascotas, es un seguro para acabar con los índices de estrés.

Potencia el sentido de la responsabilidad

Tener un animal de compañía supone también un sentido de la responsabilidad muy positivo para la recuperación de la persona de sus problemas.

Por ello, contar con una mascota supone siempre un motivo más para luchar y para no dejarla sola en los peores momentos, siendo sus principales valedores y cuidadores para su sustento.

Refuerza la autoestima

La compañía de los animales supone también un gran impulso a la autoestima para aquellas personas que no disfrutan de una gran confianza en sí mismas.

Todas las personas que disponen de una mascota, por tanto, cuentan con un escudo y una barrera más que efectiva ante los problemas, los miedos y las fobias que les acechan.

Ayuda a socializar

Quienes tienen problemas para mantener una vida social óptima, al recurrir a la compañía de una mascota con la que pasear, pueden establecer contacto y conversaciones con otros dueños y así sentirse más seguros a la hora de tener un círculo social suficiente para mejorar su estado de ánimo.

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