Esta vez vamos a hablar de la magia de la noche, la libertad "salvaje" que se le puede conceder al perro. Un momento en el que nos sorprenderemos de lo que podemos aprender con tan solo un paseo, con una sola diferencia: Serán ellos los que nos enseñen a nosotros. Ya que por el día, ya sea por el ritmo de vida que llevamos o el control que estamos obligados/acostumbrados a asumir, es imposible, pues permanecemos cegados, nuestra cabeza va a otra velocidad, si se me permite, vivimos a nuestros perros de forma artificial.
No es raro, sino habitual, el ver como las personas salen a la misma hora todos los días, a dar el mismo paseo o ir al mismo parque día tras día. Con esto conseguimos que los pocos momentos que tenemos para dar variedad a nuestro perro se convierta una vez más en algo rutinario, donde poco se interactúa con él, poco se disfruta y poco se aprende en conjunto.
Era un matiz, que fuera del contenido del artículo quería reflejar, si el perro tiene nuevos olores, nuevos lugares, nuevas visiones descansará de la rutina diaria de casa y llegará más relajado mentalmente que si siempre ve, huele y pisa por los mismos lugares.
Y ahora voy al meollo, a la magia de la noche.
¿No os habéis dado cuenta que todos los días paseamos con correa? Es obvio que sí. ¿Pero de forma consciente? El perro no "conoce" a sus anchas, no salta vallas ni camina por la carretera. Le enseñamos a pasear?. Pero no tienen ninguna libertad, les marcamos el recorrido y no tienen más opciones.
Sé que está prohibido llevar al perro suelto salvo en lugares especialmente preparados para ellos, no podemos llevar a ciertas razas sin bozal, los pobres han de llevar esa censura política de por vida, es más? tampoco pueden ir sueltos ni en lugares preparados? todo un atentado a su vida.
Como este es un país libre?.y me preocupan más los perros que las normas (siempre que no moleste a nadie y tenga control sobre mis perros) os animo a los que tengáis la suerte de poder salir a partir de las 12-1 de la mañana por la calle sin peligro de coches (no así en las grandes ciudades) a que lo hagáis. Que llevéis la correa pero colgada de los hombros y dejéis al perro disfrutar de lo que le plazca y que caminéis, no hay nada más natural y vinculante que andar en manada de esta manera.
Les ayudamos a “conocer la vida nocturna” ya que hay muchos más estímulos auditivos para ellos y se “asemeja” a la vida en el campo, donde todo se conoce, todo se ha pisado, nada sobresalta.
Por la noche, entre semana cuando la gente duerme?. nosotros caminamos.
No molestamos a nadie y no tenemos barreras, disfrutamos de un paseo libre. Podréis observar cómo vuestro perro va a lugares donde antes seguramente miraba pero al ir atado no tenía la posibilidad de conocer, le veréis seguramente más atento al ser de noche, más vivaz, más animal. Disfrutará de la sensación de caminar con su dueño, con más perros si convive con ellos. Lo hará de una forma distinta a la que hace cuando luce el sol.
Disfrutaréis viendo como os sigue, aunque vaya de aquí para allá, en su cabeza está el no abandonar la manada y seguir el camino, no hay que recordárselo, él ya lo sabe, si se ha creado un buen vínculo.
Al no haber ni coches ni personas iremos más relajados, pensaremos en nuestras cosas y llegaremos a conclusiones sobre nuestra vida, sobre nuestros perros, que caminando de una manera autómata como estamos acostumbrados no seríamos capaces.
Bien es verdad que aunque siempre se suben artículos para el público en general, este en concreto es un artículo para las personas que tienen un muy buen control sobre su perro, una unión "especial". No recomendaría a nadie que soltase a su perro y se pusiese a caminar si supiese que no tienen un muy buen nivel de vinculación. Pudiendo ser peligroso para el perro, otras personas o circulación por mínima que sea.
Es un artículo personal, un consejo de amigo y profesional para el que crea que puede pasear sin miedo a que su perro desaparezca a la primera de cambio, el que con un sonido tenga al perro a su lado y el que conozca muy bien a su animal, cada uno ha de saber sus límites y todo lo que pase será bajo su responsabilidad. Por otro lado es un ejercicio tremendo para que de día camine más seguro y relajado pues no habrá rincón que de noche no haya podido reconocer.