Enviado por Ecoticias.com
El oso polar es conocido por ser un predador oportunista, pero nunca hasta ahora se le había presentado la ocasión de probar carne de delfín, según un equipo de científicos noruegos que los han observado por primera vez alimentándose de estos mamíferos marinos. La primera imagen se tomó en abril del año pasado, pero durante todo el verano y otoño se llegó a observar hasta seis osos polares distintos comiendo de los cadáveres de siete delfines de pico blanco, que no suelen aparecer por aguas tan al norte en esas épocas del año.
La hipótesis que manejan los investigadores del Instituto Polar Noruego es que todos los delfines pertenecían a la misma familia, que se vio atrapada bajo el hielo, circunstancia que fue aprovechada por los osos en cuanto los delfines buscaron aire en algún agujero. "Nos sorprendió porque los delfines no se habían observado antes en esa zona. Creemos que el oso los cazó con una técnica similar a la que usan para matar focas", asegura a New Scientist el científico Jon Aars.
Más llamativo aún es que el oso había consumido la mayor parte de un delfín y estaba en el proceso de cubrir un segundo cadáver delfín, casi intacto, bajo la nieve. Ese comportamiento de almacenamiento de comida para el futuro es considerado atípico en los osos polares.
Los osos polares se sirven de agujeros en el hielo marino para cazar focas, pero son depredadores oportunistas y carroñeros con una larga lista de especies en su menú. En este caso, los delfines fueron capturados en el fiordo de Svalbard, en el Ártico de Noruega, y la primera observación del oso comiendo este mamífero marino fue el 23 de abril del año pasado. Los delfines de pico blanco suelen acercarse a esas aguas en verano, pero hasta ahora no se habían registrado tan al norte en primavera. Los científicos sugieren que quedaron atrapados en el hielo por culpa de fuertes vientos del norte registrados días antes.
Los científicos consideran que a medida que se hagan más notables los efectos del cambio climático será más habitual ver a los osos polares alimentándose de presas poco comunes. El calentamiento del Ártico está cambiando significativamente el ecosistema y las relaciones entre las especies, una tendencia que será más evidente a medida que el hábitat del oso polar se vaya reduciendo en las próximas décadas.