Hay algunos puntos a tener en cuenta, antes de tomar la decisión.
La hembra tiene el celo dos veces al año. Durante este periodo que puede llegar a alargarse hasta 20 días hay que limpiar las pérdidas si se vive en un piso y controlar que no se escape.
Por otro lado la actividad sexual del macho es operativa todo el año. Si su olfato detecta una hembra que pueda compartir sus impulsos amorosos, hará lo posible para llegar hasta ella.
El macho también es muy territorial, marca su territorio con unas gotas de orina en los límites de lo que considera su hogar, por ejemplo en el jardín, o en el recorrido a casa , y no será fácil restringir un comportamiento tan natural.
En cuanto al temperamento, por lo general las hembras son más dóciles, aunque no hay ningún estudio que pueda corroborar que exista una clara diferencia en el carácter entre ambos sexos.
Los machos parecen tener un carácter más impetuoso y tenderán más a desencadenar peleas con otros machos. Esto es importante tenerlo en cuanta ya que puede resultar un problema para el que suela pasear al peludo, ya que tendrá que tomar las precauciones necesarias para evitar estas situaciones de conflictos y poder disfrutar de un paseo relajante.
De todas formas sean del sexo que sean si tu caniche tiene un carácter dominante puede poner en cuestión la autoridad del dueño y esto habrá corregirlo desde la primera etapa en la que llegue tu caniche a su nuevo hogar para evitar que los paseos se conviertan en un momento de frustración y estrés.