Collar isabelino de perro: cómo ayudar a adaptarse y evitar molestias

El collar isabelino de perro es un producto que ayuda a los animales a recuperarse de una determinada lesión o herida a la que podrían acceder para lamerse y complicar la rehabilitación. En este post, te mostramos algunos de los trucos más esenciales para que tu mascota no se sienta violenta desde el primer momento con este elemento que tendrá que soportar durante su recuperación, teniendo que comprender que, en el fondo, es por su bien.

La importancia del collar isabelino de perro

No nos engañemos: el collar isabelino de perro se trata de un recurso incómodo para el animal pero que, con el tiempo, se ha demostrado altamente eficaz para el cometido de protegerle en la recuperación de alguna herida, por ejemplo, de las cicatrices de una cirugía.

Los perros, por instinto, cuando se encuentran con algo nuevo en su cuerpo, se lanzan a lamerlo, algo que, como sabes, es perjudicial para sus propios intereses.

Por ello, es tan importante, también a día de hoy, el uso de este producto que te hará ver a tu mascota como una “lámpara con patas”, aunque también es ampliamente conocido en el sector como el “cono de la vergüenza”.

Cómo colocar un collar isabelino de perro

Antes de pasar a explicar el método de colocación del collar isabelino de perro, debes entender que se trata de un producto extraño para él, incluso antinatural, el cual complica el desempeño de los movimientos y las tareas cotidianas del animal.

La mascota puede empezar a mostrarse nervioso cuando se frustre por no poder comer o jugar con total libertad, por lo que ahí van unos trucos para que la elección del modelo concreto y su colocación sea el menor trauma posible para tu pequeño peludo.

Tamaño, forma y material según las características del animal

Un error muy frecuente es la elección de un collar que excede o se queda corto para la cabeza del animal, en relación también con el resto del cuerpo. Un consejo esencial en este sentido es que, al colocarlo, no quede muy holgado, buscando, eso sí, que acabe encajando en el cuello de forma que no se mueva. 

Otra opción que tienes para asegurarte de que aciertas en el caso concreto de tu mascota es consultarlo con el veterinario, quien te sugerirá la mejor solución, también en cuanto a la forma y el material más óptimos para tu animal.

Compañía en su colocación

Tanto si es un veterinario quien se lo coloca como si eres tú el encargado de este cometido, es fundamental que el perro no se sienta solo, siendo consciente de que tiene el apoyo de su dueño en esta nueva aventura. Por ello, se suele recomendar que se coloque en un ambiente conocido y tranquilo, como es el del hogar en el que vive.

Primeros pasos

Durante los primeros momentos del animal con su nuevo collar, es conveniente que estés junto a él, ayudándole a abrirse paso por todos los obstáculos de la casa hasta que veas que se acostumbra del todo, ya que será igual de incómodo para él que para ti verle tropezar constantemente.

Vigilancia

Es vital estar pendiente de la mascota durante su adaptación al collar isabelino de perro, puesto que es muy común verle intentar quitárselo de forma brusca o morder ese elemento extraño.

Si lo ves necesario, prémiale con algún snack cuando consiga entender que se trata de una solución muy importante para su salud.

Adapta su comedero y bebedero

Es conveniente que levantes el comedero y el bebedero de tu mascota para que la posición esté algo más elevada, de forma que pueda alimentarse de la mejor forma posible en su convivencia con el temido “cono”.

Llama su atención siempre desde delante

Este es un truco que puede parecer insignificante pero que es, en realidad, muy importante. Cuando el perro tiene el collar isabelino, tiene su guardia baja, sin tener controlada la parte trasera por las características de este producto. 

Por ello, cuando su visión periférica está limitada, es clave que no le toques de manera repentina en su trasero o en su costado, ya que puede reaccionar de forma violenta. Trata, por tanto, de acariciarle siempre desde la cara para que te tenga presente en todo momento.

¿Hay alguna alternativa al collar isabelino de perro?

Esta es una de las cuestiones más frecuentes de quienes quieren proteger a su mascota tras una cirugía o la curación de una herida importante. 

Muchos dueños de mascotas ven en este elemento algo muy incómodo y limitante para sus animales; si este es tu caso, puedes recurrir a algunas soluciones similares pero más llevaderas para ellos.

Camiseta

Sobre todo si la herida o la cicatriz se encuentra en el lomo o el abdomen del can, se puede anudar una camiseta alrededor de ella para cubrirla y evitar que con su hocico la alcance. En el caso de que se encuentre en las extremidades traseras, se puede colocar esa prenda del revés, es decir, con el rabo por el cuello de la camiseta.

Calcetines

Cuando la herida se sitúa en las patas, puedes cortar la puntera y colocarle estas prendas para proteger la herida y garantizar que apoya las patas.

Collar isabelino hinchable

Existe esta otra alternativa especial, aunque es cierto que no tiene la misma efectividad para evitar la manipulación de la herida por parte del propio animal.

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