Cualquier comportamiento anómalo en la salud de tu mascota que persista más de un día, como es el caso de la diarrea en los perros, debe ser comunicado al veterinario. Probablemente no sea grave, pero si no se remedia a tiempo tu pequeño amigo se deshidratará. Por otro lado, una diarrea prolongada puede ser el indicio de alguna enfermedad como el moquillo o la parvovirosis.
Cuál es el origen de la diarrea
Existen diferentes factores que provocan la diarrea en los perros. María de la Fuente, veterinaria especializada en pequeños animales, admite que "el origen de esta patología se desencadena por la infección o inflamación del aparato digestivo". El problema puede ser de tipo alimentario o infecioso. Las alteraciones en la alimentación, alimentos de mala calidad o intoxicaciones a causa de los mismos son sólo algunos de los condicionantes que provocan el malestar en tu mascota.
"El cuadro clínico comienza siempre con vómitos, inapetencia y después, en dos o tres días, comienza el cuadro diarreico", asegura la experta. La colitis se caracteriza por un aumento exagerado de la evacuación y por una consistencia acuosa,es decir, "cada vez las heces aparecen con más contenido de agua", nos aclara la veterinaria. El color de las mismas varía: desde el blanquecino hasta el sanguinolento, pasando por un tono más amarillo o, incluso, verdoso. Observarás que se presentan cubiertas de mucosa. "A veces el cuadro cursa también con fiebre", explica de la Fuente. Esto ocurre en las ocasiones en las que hay infección causada por bacteria o virus.
Funcionamiento del tracto digestivo
Los animales deben digerir los alimentos que toman para obtener energía. De la Fuente explica de manera sencilla el funcionamiento correcto del tracto digestivo: los alimentos pasan por el esófago y llegan al estómago, se descomponen en nutrientes más pequeños, se deshacen y se mezclan, y en el intestino delgado se produce la absorción de los nutrientes. El intestino grueso es el encargado de formar las heces y de expulsarlas. "El páncreas y la vesícula biliar también ayudan en el proceso de la absorción", concluye la experta.
Por el contrario, cuando tu mascota sufre un cuadro de gastronteritis o diarrea, es porque no funciona adecuadamente su aparato digestivo. "Existe una infección de colon o de estómago", comenta María de la Fuente. "Está engrosada la mucosa del intestino y hay una alteración en la absorción de los alimentos y en la asimilación de los mismos", expone. El resultado de las diarreas se debe a que tu animal de compañía no realiza correctamente la digestión y la absorción de nutrientes es escasa.
Problemas asociados
Cualquier síntoma se hará notable en su comportamiento. Es habitual que, si el animal sufre de colitis, diarrea o gastronteritis, observes en él señales de tristeza, abatimiento, inapetencia e, incluso, de dolor. Dependiendo del grado de afección que tenga puede estar sufriendo un dolor cólico. "Es un dolor intestinal, que va desde la molestia leve al dolor intenso, si se tratara de peritonitis ", afirma la experta.Otra sintomatología habitual es la alteración en la frecuencia de las heces, ya que "primero empiezan a ser más blandas y en unos días pasan a ser líquidas. En breve, aparecen rodeadas de mucosa y de sangre". Siempre que tu mascota esté enferma "sufrirá una alteración de su estado general”. La deshidratación es muy habitual como consecuencia de esta patología. Se produce, por la pérdida de líquido en el organismo del animal. Un efecto secundario de este problema es la resecación del pelo y de la piel, que se vuelven opacos. Al perder líquidos el manto pierde el brillo.
Tratamiento de la diarrea
La diarrea no es una enfermedad sino que es un síntoma, por lo que es necesario encontrar y curar la causa. Siempre que la colitis dure más de 24 horas es obligatorio acudir a un experto para que diagnostique el problema y prescriba un tratamiento. Generalmente, antes de medicar a tu mascota se le recetará comida astringente."Lo normal es el ayuno de alimentos sólidos durante 24 horas ", afirma la veterinaria. El ayuno y la dieta blanda casi siempre funcionan sin tener que suministrar medicación al animal, "siempre y cuando el problema no sea de tipo infeccioso", añade. Recuerda no quitarle el agua, ya que es esencial para volver a hidratarse. La dieta blanda consistirá en "arroz hervido, pechuga de pollo hervida y pescado". Se aconseja administrar el caldo del arroz pues, además de estar más sabroso para el animal, es muy astringente.
"Dale esta dieta aproximadamente durante cuatro o cinco días hasta que las deposiciones sean más consistentes", aclara De la Fuente. Una vez que el animal se haya normalizado añade pienso a su dieta. Poco a poco puedes ir reduciendo el alimento blando por una ración mayor, siempre y cuando éste lo acepte bien. Recuerda que cualquier animal sano se sentirá alegre, vivaz, sus ojos estarán limpios, su pelo brillante y, por supuesto, tendrá un apetito voraz.
Agradecimientos a María de la Fuente, Veterinaria.