Deberás saber que, en la casi absoluta totalidad de los casos, nuestros gatos suelen querer muchísimo a sus propios amos. Y fundamentalmente, respetarlos sobremanera. Pero también, y esto es un “secreto a voces”, los gatos pueden ser sumamente indiferentes a determinados estímulos y darnos la sensación de que no le importamos a veces en lo más mínimo. Pues grave error que pienses así, porque para serte sinceros, sucede todo lo contrario.
Debes saber que los felinos son muy territoriales y defienden su lugar como nadie más. Es por ello que es muy importante brindarles ese espacio dentro del hogar. Al convivir con personas, ellos sienten que son los “dueños” de la casa y que los humanos serían una especie de “inquilinos” con los cuales les gusta mucho compartir. Suena raro, pero es así como lo toman. Acéptalo o déjalo
En ese sentido, los gatos se van a comportar acorde a sus sensaciones. A veces te parecerán distantes, pero realmente no lo son. Si hay alguna característica que se le podría criticar a este animal, si es que la hay, es que pueden ser demasiados incógnitos a veces y no demostrar como quisiéramos cuánto nos quieren. Sí, podríamos afirmar que algunos gatos, solo algunos de ellos, son un poco fríos o distantes a la hora de relacionarse.
Pero esto último solo estaremos habilitados para afirmarlo en un primer contacto con nuestros felinos. La realidad es que cuando el lazo se vuelve más intenso y la relación entre gato y su amo se intensifica, los gatos suelen ser animales muy demostrativos, a su modo claro está, y pueden ser muy cariñosos, hasta seremos capaces de notarle su cara y ver cómo se esboza una mueca juguetona y de amor hacia nosotros.
Debes saber que la inteligencia de un felino es muy superior incluso a la de otros animales domésticos en ciertas circunstancias. Y es por ello que, por momentos, ellos son capaces de decidir si quieren o no quieren hacerle caso a algún tipo de estímulo por parte de los humanos. Si, por ejemplo, él no se siente con deseos de jugar o algo por el estilo, y su dueño lo incita a hacerlo, es muy probable que lo veamos poner una mueca un tanto fastidiosa y con el ceño fruncido (o que nos parecerá que lo tiene así). Esto es normal, pues los gatos no se dejan convencer fácilmente y no son tan “dóciles” a la hora de hacer lo que sus amos quieren que hagan en ese momento.
Pues bien, ten la certeza de que tu gatito te ama tanto como a tú a él, pero que simplemente no siempre será lo demostrativo que tú quieras que sea. ¡No por ello debes dudar ni por un segundo cuánto disfruta y significa tu compañía para él!