Este verano de 2020 será seguramente recordado por la nueva realidad a la que nos enfrentamos desde que luchamos contra el Coronavirus y los efectos de la pandemia que nos azota por todo el mundo. El sector del Turismo es uno de los más afectados debido al cierre de fronteras y al temor que todos tenemos por los posibles contagios.
Muchos de los destinos elegidos para este año son desplazamientos cercanos, alguna localidad próxima a la residencia habitual dónde poder disfrutar de unos días tranquilos huyendo de las aglomeraciones y disfrutando de unas vacaciones tranquilas y seguras, ¿y por qué no? Maravillosas con nuestra familia y mascotas.
Para viajar en coche de una forma segura hay que cumplir con los consejos que se nos dan las autoridades que son las que debemos de llevar a cabo en nuestro día a día. Extremar la precaución con la higiene y el uso de mascarilla es las mejores recomendaciones que podemos seguir nosotros a la hora de viajar.
Surgen muchas dudas cuando tenemos mascotas, y queremos irnos unos días de viaje. ¿Y ahora qué hacemos con el gato? Lo primero que debes tener en cuenta es que los gatos, a diferencia de los perros, no son amantes de los cambios, por tanto, siempre recomendamos no moverlo de su entorno, y mucho menos si tu viaje es corto. Mejor que se quede en casa y vaya a visitarle un familiar, vecino o amigo, para retirar sus excrementos, cambiar el agua, rellenar su comida y jugar con él. Si no es posible o simplemente queremos viajar con nuestro gato os ofrecemos unos consejos de cómo hemos de viajar en coche con nuestro gato.
Pese a ser inquietos y tener un instinto muy curioso, los gatos se pueden estresar con mucha facilidad cuando salen de un entorno conocido y seguro. Si tu viaje es de una semana apenas le dará tiempo a adaptarse a su nuevo entorno, y será mejor que se quede en casa si tienes a alguien que le puede ir a visitar.
Además, está el trayecto, en el cual no suelen pasarlo muy bien. Es por ello, que debes planificar bien el viaje, para minimizar su ansiedad.
Por esto, enumeramos una serie de ideas que pueden ayudar a gestionar la planificación del viaje y que sea lo más placentero para toda la familia:
1. Preparación: cómo viajar en coche con gato
Es conveniente que unos días antes del viaje visites al veterinario y le informes acerca del viaje. El veterinario realizará una exploración completa al gato para asegurarse que está saludable. Comprobará que dispone de microchip e, idealmente, placa identificativa. Además, te indicará todos aquellos aspectos que deberás tener en cuenta para mantener a tu gato tranquilo durante el viaje en coche.
Seguramente te recomendará que, para evitar mareos, le des de comer unas 3 horas antes de iniciar el trayecto. Y también te puede recomendar tranquilizantes o feromonas para gatos, que son hormonas que al ser vaporizadas en un determinado ambiente crean olores familiares que les proporcionan seguridad y hacer más llevadero el desplazamiento.
Nunca debemos automedicar al gato. Si el gato se pone muy nervioso durante los viajes y tenemos que sedarlo siempre debemos seguir las indicaciones del veterinario. Si tienes más de un gato, cada uno tiene su dosis, no debes darles a todos la misma salvo que lo indique el veterinario.
2. La importancia del transportín
El habitáculo en el que viajará tu gato es uno de los aspectos más importantes para asegurar una experiencia positiva durante el trayecto. Es necesario que escojas un transportín rígido y con rejillas, y sobre todo con un sistema de cierre seguro. Si es el primer viaje no sabes cómo va a reaccionar y si se asusta puede ser muy peligroso que pueda salirse del transportín. Hasta los gatos más dóciles pueden convertirse en fieras en una situación estresante para ellos.
Es muy importante que el transportín sea adecuado a su tamaño, para permitir que pueda estirarse en su interior si lo desea, o simplemente cambiar de postura. En la base se debe poner un soporte blando o colchoneta, que se puede adquirir en cualquier tienda de mascotas. No debes colocar objetos a su lado que pudieran causarle daños en caso de frenazo brusco o accidente.
Sobre cómo meter al gato en el transportín hay muchas teorías. Unas dicen que debes familiar al gato con el transportín, dejando que lo huela y lo observe; y otras que debes meterle lo más rápido posible. Nuestra experiencia son ambas, aunque nos funciona mejor meterlos de una forma rápida. Cada gato reacciona de forma diferente.
En el coche, según las recomendaciones del RACE el transportín se debe colocar dentro del habitáculo, sobre el suelo detrás de los asientos delanteros. No recomiendan sobre el asiento sujeto por un cinturón de seguridad, ya que las pruebas realizadas ponen de manifiesto que la caja se rompe y la mascota sale despedida a través de la pared del trasportín. Aunque hay nuevos modelos diseñados para colocarlos en los asientos, sujetado con cinturón de seguridad.
Por supuesto, nada de dejarlo suelto, en el salpicadero o en la bandeja del maletero, por muy mono y adorable que parezca.
3. Comodidad durante el trayecto
Debemos recordar que el gato sale de su entorno de confort y todo son sensaciones nuevas, muy estresantes la mayoría de ellas. Es importante que no tenga mucho ruido ni excesivo calor/frío.
Debes mantener las ventanillas del coche subidas, la música baja y la temperatura correcta. Si conectas el aire acondicionado debes evitar que la salida de aire vaya dirigida directamente a él. Tampoco le debe dar directamente el sol a través de la ventana.
No debes conducir de forma brusca, ya que pues puedes asustar al gato. Se deben realizar paradas puntuales (cada dos horas aproximadamente) para comprobar que el gato está bien, tranquilizarlo y tratar que beba agua (aunque es frecuente que durante el desplazamiento el gato no quiera comer ni beber, incluso tampoco hacer sus necesidades a diferencia de los perros). Le puedes sacar un ratito del transportín (con el coche parado, las puertas y ventanas cerradas) para que estire las patas. Si maúlla debes hablarle con la voz suave para que se relaje. Es conveniente llevar algo de música con el volumen muy bajo, para eliminar los ruidos del motor del coche que podrían estresar al gato.
Es posible que vomite durante el trayecto, no es por mareo suele estar más asociado al estrés.
No debemos dejar al gato sólo dentro del coche, pues le podría dar un golpe de calor.
4. La estancia
Lo primero que debes hacer antes de reservar tus vacaciones es averiguar si el alojamiento permite mascotas y está bien acondicionado para él. Actualmente, existen diferentes tipos de alojamiento "Pet friendly" que pueden proporcionarnos una estancia tranquila cubriendo nuestras necesidades. Infórmate previamente y compara las distintas opciones.
El gato necesitará su tiempo para adaptarse al alojamiento. Busca un espacio amplio en el que se sienta cómodo y seguro. Ubica allí sus pertenencias (comedero, bebedero, arenero, rascador, juguetes y cama), y deja que vaya habituándose poco a poco, sin forzarlo. Puede que al principio se esconda, no os preocupéis si lo hace, con un poco de tiempo saldrá a husmear y reconocer en nuevo entorno y en unos días estará tan feliz como vosotros.
Cuidado con las puertas y las ventanas, pues si no se siente seguro es posible que intente escapar. Las ventanas siempre son una fuente de accidentes, a los gatos les encanta pasearse por las alturas y mirar hacía el exterior, como no conoce el entorno puede distraerse y caer. Asegúrate de no dejarlas abiertas o sin protección para evitar este tipo de accidentes.
Atiende y da todo el cariño que puedas al gato para que se sienta confortable y ambos disfrutéis el viaje.
Artículo elaborado por El gato feliz.