Un gato bien cuidado, puede llegar hasta los 18 años de edad en condiciones muy óptimas siempre y cuando nos dediquemos a brindarle los cuidados que requieren.
Hay gatos que a partir de los 8 años pueden mostrar signos de vejez, mientras que otros con mayor edad, siguen siendo tan juguetones como lo eran cuando chicos.
El envejecimiento es un proceso natural, que produce cambios en el metabolismo del cuerpo, balance hormonal, y la percepción sensorial.
Pero, ¿cómo saber si mi gato ya es un gato anciano?
Desde hace mucho tiempo existe una creencia de que un año de un gato corresponde a 7 años de un humano. Pero ésta creencia no es del todo exacta según algunos expertos.
Según éstos, un año de un gato fisiológicamente se corresponde a 16 años de un humano ( por mis experiencias propias con gatos, ésto lo comenté en un artículo anterior sobre la etapa reproductiva del gato que se llama EL CELO EN LOS GATOS);
Entonces, la etapa reproductiva de un gato comienza a partir de los 5 meses en las hembras y al año en los machos; que si englobamos las dos creencias puede calcularse un aproximado de la edad de nuestros gatos y cuando entran en cada etapa de su vida.
Las mascotas mayores pueden tener más o menos problemas médicos dependiendo de la nutrición y el cuidado durante toda su vida, aunque también influyen otro tipo de elementos ajenos a la vida del animal, como la genética o las condiciones ambientales del lugar donde vive.
La edad trae consigo el descenso gradual de la actividad metabólica del cuerpo. Una menor tolerancia a medicación, la inhabilidad de regular la temperatura del cuerpo, la disminución de las necesidades calóricas y la inmunidad a las enfermedades acompañan esta degeneración.
En la medida que el gato envejece, sus articulaciones se endurecen y duelen al moverse, lo que hace que el gato se vuelva letárgico con respecto a ciertas actividades, inclusive en su ritual de arreglo.
Las enfermedades más comunes que se dan en los gatos de edad avanzada son las siguientes: enfermedad intestinal inflamatoria, problemas dentales, diabetes, enfermedades cardiovasculares, renales y pancreáticas, obesidad, anemia, lipidosis hepática, cáncer, hipertiroidismo, hipertensión, entre otras.
Si bien es conveniente vigilar siempre la salud de nuestras mascotas, cuando éstas llegan a la vejez, debemos aumentar aún más el control de su estado físico y acudir al veterinario de manera más frecuente.
LA IMPORTANCIA DE LAS REVISIONES MÉDICAS
El hecho de que tu gato tenga buen aspecto y esté aparentemente sano, no significa que no debas llevarlo al veterinario a realizarse revisiones periódicas. Lo más adecuado es que el especialista realice un examen físico, análisis de sangre y orina, controle el peso y revise su nutrición, dientes, oídos, uñas y piel como mínimo una vez al año.
No hay que olvidar administrar las vacunas correspondientes a la edad del felino. Es necesario vacunar a los gatos mayores contra FVRCP, rabia, clamidiasis, bordetelosis y leucemia felina.
Cuidados del gato anciano. La importancia de las revisiones médicas periódicas
Los cambios dietéticos pueden ser necesarios si el gato ha desarrollado diabetes, cardiopatías, enfermedades del riñón, u obesidad. Gatos de más edad a menudo pierden el sentido del olfato, lo que puede venir a afectar su interés en alimento. Para asegurar una nutrición apropiada actualmente existen en los establecimientos especializados alimentos formulados especialmente para animales de edad.
El veterinario puede también recomendar suplementos de vitaminas y minerales según las necesidades individuales de cada del gato. Sin embargo, si un gato está comiendo voluntariamente una dieta equilibrada, los suplementos no son necesarios y podrían incluso ser ineficaces destruyendo el equilibrio nutritivo de la dieta.
Las irritaciones de piel y las heridas tienden a curar más lentamente en el gato anciano. También, las deficiencias alimenticias en gatos más viejos pueden influenciar la salud de la piel y del pelaje.
CUIDADOS ESPECIALES PARA EL GATO ANCIANO
Vigilar la alimentación de un gato anciano puede ser clave para mejorar los problemas de salud inherentes a una edad avanzada. Un buen método es darle muchas raciones pequeñas de comida, pero regulares. Si el gato padece hipertiroidismo, se requiere incrementar el contenido energético de las comidas, ya que suelen perder peso.
En cuanto a la salud dental, la higiene oral es esencial durante toda la vida del minino para evitar que los dientes se le caigan por la acción del sarro. Los alimentos secos son los más adecuados para que nuestra mascota tenga una buena dentadura, puesto que este tipo de comida elimina los depósitos de suciedad de los dientes.
El peinar y cepillar diario retira los pelos muertos antes de que puedan ser tragados por el gato durante su limpieza natural. El cepillado reduce así al mínimo la formación de bolas de pelo en el sistema digestivo del gato. Las bolas de pelo pueden causar problemas para un gato de edad porque su aparato gastrointestinal es a menudo menos móvil, favoreciendo obstrucciones. El cepillar diariamente también estimula la circulación y la secreción de las glándulas sebáceas de la piel, dejando piel y pelo más saludables.
Mientras cepillas a tu gato, puede también buscar “cascaritas” inusuales, lesiones de piel, o parásitos externos. Las “cascaritas” o las lesiones de piel inusuales deben ser examinadas por un veterinario para el tratamiento apropiado. Los parásitos pueden ser controlados llevándolo al veterinario a que le realice la desparasitación externa e interna dos veces al año por lo menos.
Las uñas de los gatos ancianos no suelen desgastarlas demasiado por lo que pueden crecer en exceso, curvándose hacia adentro y, si no tenemos cuidado en este aspecto, con el tiempo podrían hincarse dentro de las patas. Revisarlas semanalmente y si las vemos demasiado largas habrá que cortarlas y si para ello, no nos vemos con la suficiente destreza, lo mejor es no intentarlo y acudir al veterinario.
Un gato de edad avanzada es menos ágil debido a la aparición de artritis y el inicio de atrofiamiento de los músculos. El gato limitará por consiguiente su actividad física. Sin embargo, invitar regularmente a tu gato a un juego moderado puede promover tono y flexibilidad muscular, aumentar la circulación sanguínea y mejorar la movilidad gastrointestinal.
Sin embargo al ejercitar a tu gato debes estar siempre alerta a señales de respiración trabajosa o cansancio rápido, lo que puede sugerir que el gato padece alguna enfermedad.
Los gatos con artritis y atrofia muscular avanzada es recomendable colocarle los platos de alimento y agua lo más cercano posible para que no le resulte tanto esfuerzo llegar hasta ellos.
Los gatos ancianos son generalmente menos adaptables a los cambios en su ambiente. Algunas experiencias traumáticas para el gato de edad implican la introducción de una nueva mascota en la casa o la mudanza a un nuevo hogar.
En ambos casos, el territorio del gato se altera drásticamente, causándole una enorme tensión. Sin embargo, esta tensión puede ser aliviada dando al gato de edad más afecto y atención. Colocarle un objeto familiar, tal como una manta o un juguete, puede evitar que el gato llegue a estresarse demasiado en un ambiente extraño. Si podemos evitar cualquiera de estas situaciones será mucho mejor para nuestro delicado animalito.
Teniendo el conocimiento sobre la etapa que se encuentra nuestro gatito y siguiendo las recomendaciones antes especificadas podremos disfrutar de nuestra amada mascota por muchos años en un buen estado de salud física y mental.
El gato posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, coraje sin ferocidad, todas las virtudes del hombre sin sus vicios. Lord Byron (1788-1824).
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Autor: Nikita Yepez