La limpieza es fundamental, pero no solamente debemos cuidar su pelo, sino también otras partes más delicadas como los ojos y la boca, que se infectan fácilmente. A la hora de lavar al perro se aconseja utilizar champús adecuados, que no provoquen la caída de su pelo o cualquier otro tipo de anomalía.
Por otra parte, debemos tener especial cuidado con las pulgas y garrapatas, que se detectan en el momento en que el animal comienza a lamerse el cuerpo constantemente. En este caso, lo mejor es acudir a un especialista que determine el tratamiento que hay que seguir.
Otro factor importante a tener en cuenta es que algunas personas añaden bastante calcio en la alimentación de su mascota y esto puede provocar daños severos en su pelaje, como deterioro, pérdida de brillo, calvicie...Asimismo, a consecuencia de ello puede aparecer también irritación cutánea, diversas infecciones y enrojecimiento de la piel.
¿Vais a tener en cuenta este tipo de cuidados para vuestra mascota?