Los gatos son una de las mascotas más populares en el mundo y son famosos por su mal genio y ganas de dormir enroscados en tu sillón favorito. Quizá, son menos expresivos que un perro, pero no por ello menos interesantes.
Los gatos son animales misteriosos, no suelen mostrar muchas emociones, pero lo cierto es que se expresan en forma muy particular. Hoy, queremos compartir con ustedes algunos datos muy curiosos sobre los gatos.
Datos curiosos acerca de los gatos
El rango de visión de un gato no incluye la zona por debajo de su nariz.
Los gatos se saludan rosando sus narices.
Los gatos tienen más huesos que los seres humanos, nos ganan por 24.
Cuando los gatos maúllan lo hacen para comunicarse con humanos y no con otros gatos.
Los gatos tienen 12 bigotes a cada lado de su rostro.
Al nacer, la gran mayoría de los gatos tienen los ojos azules, que cambian de color al crecer
En Inglaterra y Australia, los gatos negros representan buena suerte.
Las garras de las patas delanteras de un gato son más afiladas que las de sus patas traseras.
Los cerebros de un gato son más similares a los de un humano, que en el caso de los perros.
Un gato es capaz de emitir 100 sonidos diferentes, los perros sólo 10.
Un gato duerme 16 horas diarias en promedio.
Los gatos comen pasto para limpiar su sistema digestivo de cualquier pelusa que hayan tragado.
La gata que mas crías tuvo parió un total de 420 gatitos durante toda su vida.
Un gato casero vive en promedio 16 años, mientras que uno callejero sólo entre 3 y 5 años
A los gatos les gusta su comida a temperatura ambiente.
Los gatos, con el paso de los años, se vuelven intolerantes a la lactosa.
Diferentes tipos de alimentos para gatos
Alimento seco: Se encuentra en forma de pienso de distintos tamaños y composiciones. Se trata de comida balanceada, excelente opción para una alimentación completa. Otro aspecto interesante es que la textura crujiente ayuda durante la masticación a la eliminación del sarro dental. Con este tipo de dieta, el gato necesitará beber más agua.
Alimento húmedo: Lo encontramos normalmente enlatado, este tipo de alimento suele ser exitoso aunque no conviene una dieta exclusivamente de latas. Hay que prestar especial atención a la composición o adquirirlas de marcas de confianza. El alimento húmedo suele incrementar el olor del aliento y de las heces del animal, además, éstas presentarán a menudo una consistencia demasiado blanda.
Alimento casero: Ideal para alternar con el alimento seco elaborado. Podemos alimentar a nuestro gato con carne (asada o cocida y sin huesos) o pescado (cocido y sin espinas) aderezado con algún vegetal, pasta o arroz. Esporádicamente, tampoco es perjudicial alguna sardina en conserva o incluso embutido siempre que sea cocido, como jamón york o pavo.
Alimento humano: Desaconsejado totalmente. Alimentar a nuestro felino con las sobras de nuestro propio alimento es la peor opción, no sólo no satisfarán sus necesidades, si no que le aportarán un extra de calorías que podrían pasarle factura en el futuro.
Horario de alimentación
Tan buena opción es marcar un horario de comida y ceñirse a él con convicción, como proporcionar al animal comida disponible en todo momento para que el mismo se autorregule. En este caso, deberemos ir controlando que el gato no empieza a ganar peso, a pesar de que la mayoría de los gatos comen estrictamente lo necesario, hay gatos glotones, dispuestos a comer todo lo que tengan a su alcance.
Si decidimos que nuestro gato siga un horario de alimentación:
Debe comer 2 o 3 veces al día
Podemos alternar las ingestas con alimentos secos y húmedos: 1 Mañana: pienso o croquetas secas
2 Mediodia: lata o comida casera
3 Noche: pienso o croquetas secas
Si decidimos que nuestro gato se alimente a su ritmo:
Debemos proporcionarle diariamente unos 100 gr. de alimento seco, para evitar la descomposición. Esta cantidad es aproximada, dependerá de la edad del animal y de las especificaciones del fabricante.En cualquier caso, recordar que nuestro gato depende totalmente de nosotros, es nuestra responsabilidad cuidar de su bienestar proporcionándole el alimento apropiado. Una buena alimentación repercutirá positivamente en la propia salud del animal y se reflejará tanto en su aspecto como en su carácter.