Algunos canes lo pasan muy requetemal cuando llega cualquier época en la que ciertos humanos deciden divertirse con los petardos. Fin de año, celebraciones tras alguna victoria en el fútbol, Fallas, Sant Joan… en fin, el calendario está plagado de eventos así en toda España.
No hay, todos lo sabemos, soluciones milagro. Hay que tener paciencia. Sí hay algunas medidas que pueden ayudar y aquí compartimos algunas de ellas.
Una previa a todas es tener mucho cuidado al pasear a los canes en época de petardos y tracas. Nunca sabes cuándo alguien va a tener la feliz idea de montar un estruendo cerca: es fácil que se asusten y salgan corriendo.
Revisad bien que no se le pueda soltar el collar, basta un tirón inesperado para que podamos perder de vista a nuestro perro tras un susto. En esos días, mejor pasear a los perros siempre con correa, por si acaso. Y en esos días sácale siempre con una chapa en la que esté tu número de teléfono o escribe el teléfono en su collar, así en caso de que se suelte podrán llamarte lo antes posible.
No dejar al perro solo en casa y a ser posible, tratar de que esté en una habitación lo más alejada posible del ruido.
Si tu can está acostumbrado a estar en su transportín y lo asocia a momentos agradables, a viajes en los que está cerca de ti, etc. puedes dejar que se meta dentro, pero no le dejes solo y dentro del transportín tampoco, claro. Incluso lo puedes cubrir en parte con alguna toalla para que se sienta más protegido.
Mantener la calma y tratar de transmitir esa misma sensación al can, pero sin exagerar, con normalidad.
La cuestión está en no reforzar, sin querer, justo el comportamiento que buscamos evitar.
Paciencia y calma, ten en cuenta que tu can es como una esponja para tus emociones, si ve que tú estás nervioso probablemente él lo estará más.
Generar otro tipo de ruidos que ‘oculten’ el sonido de los petardos.
Encender la radio o la TV, poner música tranquila: se trata de que sonidos no alarmantes sirvan para ofrecer la sensación de normalidad y calma.
En Youtube se pueden encontrar diversos vídeos de sonidos apacibles y música especialmente pensada para los perros.
Tratar de distraer a vuestro can con algún premio de ‘larga duración’, algún hueso o alguna chuche que le guste mucho.
Esto sólo funciona si no está ya alterado, si habéis conseguido bloquear la fuente de ruido para que pueda concentrarse en algo agradable, como sus juguetes o sus chuches.
Y de nuevo, paciencia y calma.
Fuente: Sr. Perro